Lunes 22 de Agosto de 2016
Para el académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Central, Kenneth Bunker, el 62% es reflejo del descrédito de la política "producto de episodios como Caval y SQM, que han deteriorado a la Presidenta y a la clase política. También tiene que ver con el voto voluntario, que lleva a la gente a perder interés en la política. Pero es una oportunidad para los candidatos que van por fuera de las coaliciones".
Mientras que para el cientista de la UDP, Mauricio Morales, la crisis de confianza de los partidos políticos genera automáticamente un "vacío de poder". "Lo curioso es que no hay incomodidad con ese vacío. A la gente le importan menos las elecciones, más aún con voto voluntario. Y, por otro lado, la incertidumbre es buena para la democracia. Para algunas democracias es la ´institucionalización de la incertidumbre'. No hay ganadores ni perdedores predefinidos", afirma el académico.
En tanto el cientista político de la UDD, Miguel Ángel Fernández, afirma que "este es un fenómeno nuevo, pero no en la región porque ya había ocurrido en Argentina o Perú. Cuando las instituciones se debilitan, el ciudadano entra en una incertidumbre y eso genera una nebulosa en el ambiente".
Alejandro Olivares, magíster en ciencia política de la Universidad de Chile, afirma que, "la crisis de liderazgos es reflejo del mal funcionamiento de los partidos que han sido incapaces de generar nuevas figuras". Y agrega que, "eso se ve en que no hay recambio en la clase dirigente y la gente tiende a pensar que los actuales políticos no son alternativas". En este contexto asegura que, "la incertidumbre debiera mantenerse hasta muy cerca de la elección presidencial del próximo año".
Finalmente el académico del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile Robert Funk, comenta que "En esto hay factores coyunturales y estructurales", al caracterizar el vacío de liderazgo. "Están los casos de financiamiento irregular de la política que han afectado a amplios sectores, pero también la incapacidad del sistema político de responder a la demanda ciudadana de más transparencia. Se suma a ello la tendencia mundial por mayor accountability y la desconfianza en las instituciones políticas, que la literatura vincula a la desigualdad. El riesgo de todo esto es que surjan liderazgos extrasistémicos, unos 'Donalds Trumps' digamos, que articulen las frustraciones de la población sin dar respuestas realmente factibles".
Fuente: http://impresa.lasegunda.com/