Miércoles 19 de Octubre de 2016
Noticia con análisis del decano Marco Moreno
De esta forma, Carlos Vergara, consultor de Imaginacción, resumió su preocupación ante el fracaso de la "ley corta" o "ley exprés" que levantó el gobierno para reparar el lío de los padrones electorales y así facilitar el voto para los ciudadanos que sufrieron el cambio de lugar de votación unilateral, pero que no contó el apoyo de los parlamentarios para seguir adelante.
En diálogo con Cambio21, el analista señaló que "se sabía de esto hace meses y no correspondía mejorarlo a la rápida".
"Ahora, no se sabe qué consecuencias políticas y administrativas tendrá esto, porque pensar en un cambio de gabinete ahora es lo de menos. Hace rato que se habla de un ajuste y siempre se dice que ya viene en los próximos días o a fin de mes y nunca pasa nada, y la verdad, poco importa, dado que eso va a ocurrir cuando se conozcan los ministros que quieren ser candidatos al Congreso", explicó.
Por de pronto, Vergara aseguró tras este chascarro que "se encontró una excusa más para no ir a votar. Mucha gente, sobre todo los más jóvenes, no están interesados en participar y podrían reaccionar mal con lo que pasó en el Servel y el Registro Civil. Son los mayores de 40 años, los que por culpa votan igual, quienes podrían tomar la decisión de no concurrir a las urnas".
No hay intencionalidad política
Por su parte, Marco Moreno, decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Central, pide que se asuman las responsabilidades políticas "ahora" de parte de quienes aparecieron como los encargados de la preparación de ley corta: Mario Fernández, Nicolás Eyzaguirre y Marcelo Díaz, ministros de Interior y Secretaría General de la Presidencia y de Gobierno, respectivamente.
"Una correcta señal para reconectarse con la ciudadanía sería que ellos dejen en libertad de acción a la Mandataria para que decida sobre su futuro, porque esperar un cambio de gabinete les dará motivos para que digan que la pega de un ministro siempre depende de la confianza de la Presidenta", indicó a este medio.
"Ante una ineptitud inexcusable y un error garrafal de esta envergadura, existen responsabilidades políticas que no se están asumiendo. Hay un sumario en la Contraloría que está avanzando que amerita tomar decisiones rápidas", insistió.
De todas formas, a juicio del investigador, los problemas en los padrones "no tienen una intencionalidad política. Se trata de una situación de inoperancia y falta de capacidad técnica".
Fuente: www.cambio21.cl