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Desde el punto de vista mediático, esto tiene un impacto evidente, porque la jefa de Estado socialista se está acercando peligrosamente a la barrera del 20%, lo que dado el complejo escenario político y económico actual, hace suponer que perfectamente podría continuar vuelo abajo.
La fuerte embestida que está recibiendo el gobierno debido a la constatación de que los recursos no permitirán implementar la gratuidad educacional en los términos en que se comprometió el gobierno, y la inminente posibilidad de que la próxima encuesta de la Universidad de Chile registre un desempleo de dos dígitos en el Gran Santiago, son factores que perfectamente podrían contribuir a horadar aún más el alicaído apoyo a la Mandataria.
Marco Moreno, decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Central, plantel que hace más de un mes está tomado por un grupo de estudiantes, piensa que en esta baja registrada por la última encuesta Adimark se observa una cierta erosión del voto duro de Bachelet.
A juicio del experto, ese desborde se está produciendo por el lado de la izquierda más dura, con un Partido Comunista que está muy molesto por la forma en que el Ejecutivo ha abordado materias como la reforma laboral y la agenda corta antidelincuencia, y por el lado de la centroizquierda, con un PS/DC que sienten estar pagando los costos como colectividad de la mala gestión de La Moneda.
“Por una parte, el PC siente que la administración Bachelet ha renunciado en cierta medida al programa de gobierno tal como estaba planteado, y por otro lado, los sectores más moderados consideran que las reformas los están perjudicando porque han sido mal planteadas”, afirma Moreno.
Para el académico de la Universidad del Desarrollo, Eugenio Guzmán, el piso de Bachelet siempre estuvo situado en torno al 28%, por lo que esa barrera se superó hace un buen rato, manteniéndose bajo el 25% de respaldo. “Lo que pasa es que dentro de ese llamado voto duro siempre hubo también un voto más bien volátil, que cuando comenzó a verse afectado ya sea por las reformas que está implementando el gobierno, o por la situación económica, se ha comenzado a desalinear de su apoyo a la Mandataria”, asegura el analista.
En esta línea, el investigador agrega que el gran problema que se le presenta a Bachelet, más allá de un eventual derretimiento de su voto duro, es que hoy, ante cualquier movimiento que realice, ya sea para contener a los sectores ideológicamente fieles, o a los sectores más moderados, se provocará un desborde por alguna de ambas bandas.
“A diferencia del 2012, cuando la Presidente tenía un 70% de respaldo ciudadano, ella podía sostener un discurso ideológicamente más duro, sin correr el riesgo de ahuyentar a los sectores de centro o más moderados, pero hoy, con un 22% de apoyo, y con reformas que han sido implementadas con un alto nivel de rechazo ciudadano, es muy probable que si endurece su discurso para retener al voto más recalcitrante, termine perdiendo respaldo del centro”, apunta el profesor de la UDD.
Por su parte, Moreno añade que se instaló cierta inercia política que le impedirá a Bachelet salir del actual panorama, estimando muy difícil que pueda remontar su posición presente después de las municipales, como sí ocurrió con ella el 2008, luego de los comicios de ese año.
De la misma idea es Eugenio Guzmán, para quien resulta más probable que la Mandataria continúe cayendo a que salga a flote, ya que precisamente en 2008 el ex ministro de Hacienda Andrés Velasco hizo un uso excesivo de los recursos fiscales para maquillar la crisis económica que afectó al país en ese período, situación a la que a su juicio hoy el gobierno no podría recurrir”.
Paños fríos
Quien es menos pesimista frente al respaldo ciudadano de Bachelet es Gloria De la Fuente. Para la investigadora de la Fundacíon Chile 21, no debiese seguir habiendo una mayor caída en el apoyo de Bachelet, dado que esta cifra representa -a su parecer- el núcleo más duro de apoyo.
Eso sí, no descarta que un hecho extraordinario pudiese cambiar esa realidad, pero para la experta, la Presidenta debiese aumentar en algo la adhesión en los próximos meses, entendiendo que el invierno es un período de medición bastante duro.
Este análisis lo comparten Moreno y Guzmán, ya que para ambos siempre tiende a haber un cierto castigo a la evaluación de los mandatarios en esta etapa del año por un factor estacional, especialmente la variable salud, ya que el sistema se ve colapsado y no es capaz de responder de forma adecuada, provocando el malestar de gran parte de la población que se atiende en él, coloca como ejemplo el académico de la Universidad Central.
Si bien los tres especialistas coinciden en que los números actuales podrían seguir bajando, esa cifra no debiese traspasar la barrera del 20%. Tendría que ocurrir un episodio muy extraordinario –dicen-, para que se diera una caída estrepitosa como esa.
“Pareciera ser que el gobierno aún es incapaz de lograr que la ciudadana comprenda a cabalidad el sentido y alcance de las reformas que se están haciendo, pero si ello ocurre, Bachelet podría experimentar un alza en las encuestas de opinión”, afirma la representante de Chile 21. Un problema adicional de este fenómeno lo tiene el oficialismo, ya que la Nueva Mayoría no contará con la “gallina de los huevos de oro” para esta elección municipal, como si la tuvo para el 2012, por lo que los analistas prevén que eso puede tener un impacto en los resultados electorales del conglomerado de gobierno en octubre próximo.
Fuente: www.elmuro.cl