Viernes 25 de Noviembre de 2016
El decano de la de la Facultad de Ciencias Política y Administración Pública, Marco Moreno, Francisco Vidal y Marta Lagos, entre otros, apuntan al vacío de poder y la necesidad de Lagos de defenderse de los ataques.
Justo cuando La Moneda intentaba normalizar sus relaciones con los partidos oficialistas y se empezaba a hablar de "un nuevo trato", vino la embestida de los presidenciables que convirtieron a la Presidenta Bachelet en su sparring político. Cordero; Marco Moreno de la Facultad de Ciencias Política y Administración Pública de la Universidad Central de Chile; Marta Lagos de Mori; Alejandro Olivares de la Universidad de Chile y el historiador y ex vocero Francisco Vidal explican el fenómeno.
Vacío de poder
"Hay un evidente vacío de poder. Y cuando eso pasa alguien lo llena. ¡A eso está apostando el ex Presidente Lagos, que quiere erigirse como un líder de la Nueva Mayoría!", dice Marco Moreno.
El decano de la Facultad de Ciencias Política y Administración Pública de la Universidad Central de Chile también atribuye a la debilidad del Gobierno la actitud de José Miguel Insulza, quien consideró más necesario explicar primero a los partidos su salida del Gobierno para convertirse en presidenciable. "Eso demuestra que para los presidenciables el Gobierno es menos gravitante que los partidos, se le necesita menos", explica.
El abogado Gonzalo Cordero añade: "lo de Insulza es usar el vacío de poder , algo que haría todo buen político. El problema no es suyo, sino del gobierno que le permitió tener una posición ambigua y actuar en base a sus intereses como candidato que como agente".
El ex vocero Francisco Vidal advierte que "el camino de atacar a Bachelet es peligroso porque la sucesión depende de que el Gobierno se recupere".
Seducir a los descontentos
Los expertos agregan un elemento: los candidatos necesitan conquistar al electorado que no está conforme con la administración de Michelle Bachelet. "No puedes ganar una elección apostando sólo al 15% que apoya al Gobierno. Hay que salir a buscar el 85% que no está conforme con la Presidenta. Hay que buscar a los desafectados de la NM", asegura Marco Moreno.
"Cualquiera que quiere hoy, mejorar su posición política tiene que tirarle piedras al Gobierno. Es distinto cuando Michelle Bachelet tenía el 80% de aprobación y todo el mundo quería abrazarla. Hoy, todo el mundo se quiere alejar", añade la encuestadora Marta Lagos de MORI. La experta dice que la competencia se ve más crispada. "Se acabó el binominal y empieza la competencia. Chile no está acostumbrado a la competencia política. El país estaba más acostumbrado a los consensos, a los acuerdos", sostiene.
Lagos necesita defenderse
Los dardos del ex Presidente Lagos a la Mandataria por la implementación del Transantiago, a juicio, del ex ministro Vidal tienen su explicación en los ataques que ha sufrido desde que se declaró disponible. "Es legítimo que Lagos defienda los logros de su gobierno, pero también se defienda de los ataques", sostiene.
Quienes apoyan a Lagos reconocen que las insistentes acusaciones hacia el ex mandatario por el CAE, el Transantiago y las concesiones han impedido su crecimiento. En ese marco esta semana, el senador PS Carlos Montes llamó a un grupo de adherentes socialistas a defenderlo.
"Este es un Lagos distinto, que responde, que ataca, que se defiende, que interpela. Distinto a ese Lagos conciliador, de una época de los consensos. Y ella (Michelle Bachelet) seguramente va a responder con la misma lógica", señala Marta Lagos.
El cientista político Alejandro Olivares añade que "cuando Lagos dice que no participó de la implementación, lo que hace es desligarse de cualquier tipo de responsabilidad que pueda tener con el diseño del plan. No es algo que le vaya a servir".
El piñerismo sonríe
El abogado y columnista UDI Gonzalo Cordero asegura que el camino de los presidenciables oficialistas de apuntar hacia el gobierno "va a terminar siendo un búmeran". "Los candidatos usan al gobierno como punto de referencia para tomar distancia. Y eso se está convirtiendo en una estrategia peligrosa. Se cuestiona a Bachelet, a sus reformas y se cierra hablando del germen del populismo que se asocia a Guillier. Es un dinámica poco razonable de descalificar todas las alternativas que la Nueva Mayoría ofrece", dice. "El ex presidente (Sebastián) Piñera no tiene para qué meterse. Los propios oficialista se encargan de remarcar los defectos del gobierno", asegura el analista.
Fuente: http://impresa.lasegunda.com/