Daniela Goretta, Matrona, Académica UCEN Región Coquimbo
Cada año se producen 1,38 millones de nuevos casos y 458 mil muertes por cáncer de mama. Es el más frecuente en las mujeres, tanto en los países desarrollados como en los en desarrollo. En las naciones de ingresos bajos y medios su incidencia ha aumentado constantemente en los últimos años debido al aumento de la esperanza de vida y de la urbanización, así como a la adopción de modos de vida occidentales. (OMS)
Las estrategias para detección precoz son: Autoexamen mamario y la realización de mamografía a contar de los 50 años en el sistema público de salud. Si la mujer presenta factores de riesgo para desarrollar cáncer de mama: antecedentes familiares directos, tabaquismo, nuliparidad, sedentarismo, obesidad y consumo de alcohol, es indispensable adelantar la realización de la mamografía.
Producto de la pandemia, un gran número de mujeres dejó de realizarse este importante examen. “Se calcula que alrededor de 70 – 80% de mujeres dejaron de hacerse mamografía por temor a contagiarse de coronavirus, o bien porque los centros hospitalarios tuvieron que reconvertir sus áreas y cerrar algunas prestaciones como esta” indica el jefe de la Unidad Oncológica Médica de Clínica INDISA, Jorge Gallardo.
Ahora que la región de Coquimbo se encuentra en fase 3, se invita a las mujeres a retomar sus controles, a realizarse el autoexamen mamario y acudir a la consulta del ginecólogo o matrona para realizarse la mamografía, la detección precoz es fundamental para el tratamiento oportuno y el pronóstico de esta enfermedad. Por otra parte, es necesario sensibilizar a la población de la importancia del autocuidado. No perder de vista que existen estilos de vida que contribuyen a disminuir el riesgo, como la alimentación saludable, la actividad física, disminuir el consumo de tabaco y alcohol. Prevención y detección precoz son las estrategias claves en este tema.