Mis reflexiones acerca de la Simulación clínica basada en la evidencia, es que se considera una metodología de enseñanza y aprendizaje útil y eficiente en los tiempos actuales, si bien siempre ha estado presente en la formación de los profesionales de la salud, con elementos propios de consideración metodológica donde "Imita aspectos esenciales de una situación clínica con el objetivo de entender y gestionar mejor la situación cuando se produce en la práctica clínica real, es decir en un ambiente hospitalario, en la atención primaria de salud y otros. Con la finalidad de practicar, aprender, evaluar, probar o para comprender los sistemas o las acciones humanas".
Mi experiencia en la coordinación de Centros de Simulación Clínica es que favorece en diversos ámbitos la formación del nuevo profesional del área, considerando la seguridad del paciente un eje relevante de las prácticas en salud, un pilar fundamental de los procesos formativos actuales, adquiriendo gran relevancia. Una adecuada formación y entrenamiento del estudiante con esta metodología evita riesgos en el paciente verdadero.
Actualmente la Ley 20.584 de Derechos y Deberes de los Pacientes, publicada por el Ministerio de Salud, hace más restrictivas las oportunidades de ejecutar actividades prácticas sumado a esto el contexto actual de la pandemia. Con esta realidad y condiciones impredecibles en el presente, los estudiantes verán limitadas oportunidades de emitir juicios clínicos en pacientes reales que le permitirían analizar diversos aspectos de su estado y evidenciar y evaluar sus decisiones.
Con esta realidad, la Simulación Clínica ofrece la posibilidad de una experiencia de aprendizaje seguro y reflexivo, con un entrenamiento sistemático y niveles progresivos de dificultad, con tecnología adecuada y emergente de acuerdo con las necesidades posicionando a los centros de simulación clínica en la vanguardia de los nuevos aprendizajes y desafíos en salud.
Alejandra Arancibia- Coordinadora de Centro Simulación Clínica