Jueves 13 de Julio de 2023
La académica y directora de la carrera de Pedagogía en Educación Física, Marcela Brevis Yeber, aprobó con distinción máxima: “Sobresaliente Cum Laude”, su Doctorado en Educación en la Universidad Autónoma de Barcelona (España), rango que en ese país solo se aplica a los que alcanzan sobresaliente (10/10) y tras una decisión unánime del tribunal calificador mediante voto secreto.
La Dra. Marcela obtuvo su grado tras cuatro años y medio de una ardua investigación y luego de haber cursado en esa misma institución su Máster Universitario en Investigación en Educación. El estudio presentado se denominó “La práctica docente reflexiva como elemento clave de y para la innovación educativa”, investigación mixta que realizó en cinco centros escolares chilenos, en los cuales aplicó cuestionarios, entrevistas más un análisis documental de sus proyectos educativos institucionales.
“El proceso fue de mucho aprendizaje, siento que hay un antes y un después en el abordaje de una especialización de esta naturaleza. Uno ve las cosas de otra manera y las comprende de forma distinta. Es demandante y de muchas ‘renuncias’, porque los tiempos no te alcanzan y en la medida que te insertas en un mundo académico también se empieza a comprometer más tiempo y a asumir otras funciones, e indudablemente se pone cuesta arriba la meta, sin embargo, logré culminar con éxito esta etapa profesional”, indicó Marcela Brevis.
Profundizando más sobre su investigación la Dra. Brevis detalló algunos aspectos relevantes del estudio, como la asociación entre aquellos docentes que reflexionan críticamente sobre su labor profesional y su vínculo con la innovación. “Conceptualmente las y los docentes reflexionamos profesionalmente en distintos niveles, y así lo establece la literatura; existen profesores/as que en sus juicios, apreciaciones o actividades denotan un nivel básico, intermedio o crítico. En esta investigación se pudo determinar que existe una asociación entre aquellos docentes que reflexionan críticamente sobre su labor educativa y los procesos de innovación en los cuales participan” indicó la doctora.
Pero ¿de qué manera la formación universitaria influye en su nivel de reflexión cuando son profesionales? La académica explica que este aspecto es precisamente un desafío que tiene el país: “En la parte de análisis documental también estuve observando y analizando las mallas curriculares que tienen las carreras de pedagogía en Chile e indudablemente existe un desafío que debemos abordar. Muchas veces pude observar y también lo he visto como profesora, que, si bien es cierto, todos les pedimos a nuestros estudiantes que reflexionen, muchos no conocen los elementos constitutivos de lo que es una reflexión crítica profesional, entonces finalmente esos procesos se quedan en un pequeño análisis o en una catarsis que no necesariamente llevan a nuestros estudiantes a hacerlo de manera crítica”.
Respecto a lo anterior una de las propuestas de la académica es que desde los primeros niveles formativos se implementen las herramientas que incentiven a las y los estudiantes a generar estos procesos más complejos. “La reflexión profesional requiere de un aprendizaje y debe incluir otros elementos, debe ser metódica, intencionada y sistemática; para esto existen las herramientas e instrumentos que te enseñan y que autores han masificado. Debe ser realizada en modo de introspección y después compartida para crear nuevas ideas”.
Otros de los desafíos del trabajo elaborado por la docente es su implementación en algunos establecimientos escolares, con el objetivo de difundir y promover la reflexión crítica a nivel de sus docentes para generar innovación educativa.
Desde la perspectiva de género su doctorado también significa un avance en las desigualdades que existen entre hombres y mujeres en el mundo de la investigación. “Me siento orgullosa de lo logrado y honrada de tener esta posibilidad, quiero que más mujeres lo experimenten porque tenemos mucho que aportar a la ciencia”.