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Miércoles 29 de Enero de 2025
Carola Rodríguez Olivares, terapeuta ocupacional. Mg. en Neurorehabilitación. Académica de la carrera de Terapia Ocupacional.
Algunos ya comenzaron el período de vacaciones y otros saldrán próximamente.
La idea es el descanso y la diversión para toda la familia. Sin embargo, también puede ser la época de mayor riesgo de accidentes, ya que estamos buscando romper la rutina y divertirnos. Los accidentes en esta época del año son bastante recurrentes tanto en piscinas, playas, lagos, ríos, y zonas de camping.
El lanzamiento imprudente o incorrecto al agua, ya sea en piscinas, mar, ríos o lagos, representa un grave riesgo de sufrir un traumatismo raquimedular.
Este tipo de lesiones, que afectan la columna vertebral y la médula espinal, pueden resultar en consecuencias de leves a graves, desde parálisis hasta discapacidades permanentes.
De acuerdo al Estudio Nacional de Discapacidad de 2015, el 20% de la población adulta chilena posee algún grado de discapacidad, de ésta el 8,3% posee discapacidad severa. Particularmente, 8 de cada 10 personas en situación de discapacidad severa es inactivo, esto es, no participa del mercado laboral (Ministerio de Desarrollo Social, 2016).
¿Qué es un traumatismo raquimedular?
El traumatismo raquimedular (TRM) incluye todas las lesiones traumáticas (generalmente debido a un impacto brusco) y no traumáticas, que afectan las diferentes estructuras de la columna vertebral a cualquiera de sus niveles: estructuras óseas, ligamentosas, cartilaginosas, musculares, vasculares, meníngeas, radiculares y de la médula espinal. De este modo, el TRM a menudo es el resultado de una compleja interacción de lesiones sufridas por el sistema musculesquelético y nervioso. Está asociado frecuentemente a politraumatismo (huesos largos, pelvis, tórax) y traumatismo encefalocraneano.
Este daño puede interferir con las señales entre el cerebro y el cuerpo, resultando en pérdida de movilidad o sensibilidad, y en los casos más severos, en parálisis de las extremidades o incluso en pérdida de funciones vitales.
El nivel neurológico más frecuentemente comprometido en las lesiones raquimedulares por trauma es el cervical (16%-75%), seguido del torácico (16%-36%) y lumbar (9%-17%) según diferentes publicaciones.
Según el artículo “Características epidemiológicas del trauma raquimedular: Una comparación entre Valparaíso-Chile y Cochabamba-Bolivia” del año 2011 de Vargas A, Cortez S, et al.; estiman que la incidencia de TMR es de entre 20 a 30 casos por año por cada millón de habitantes. Un estudio prospectivo realizado en Valparaíso mostró dentro del perfil de estos pacientes, edades de entre 15-29 años, 72,8% de sexo masculino y como causa más frecuente los “piqueros” en el mar.
Las causas comunes de TMR por lanzamientos “piqueros” incorrectos son:
Consecuencias de un traumatismo raquimedular
El impacto en la médula espinal o en las vértebras puede provocar una serie de complicaciones graves, como:
Para reducir el riesgo de sufrir un TMR al lanzarse al agua, es crucial adoptar medidas de precaución:
Verificar la profundidad del agua: antes de lanzarse al agua, asegurarse de que la zona sea suficientemente profunda y libre de obstáculos; en piscinas, verificar la señalización sobre la profundidad.
Evitar saltos impulsivos: no lanzarse de cabeza en aguas desconocidas o poco profundas, si va a saltar, hágalo de forma controlada, siempre con el cuerpo de manera vertical, también evitar empujar a otras personas al agua.
Conocer el entorno acuático: en el mar, ríos o lagos, hay que tener en cuenta la presencia de rocas, corrientes o cualquier otro peligro oculto en el agua.
Entrenamiento y supervisión: realizar actividades acuáticas bajo la supervisión de profesionales, como salvavidas.
No nadar solo (a): siempre es recomendable nadar acompañado, especialmente en lugares con condiciones cambiantes o aguas abiertas.
El traumatismo raquimedular es una lesión grave que puede tener un impacto irreversible en la vida de una persona. Lanzarse al agua de manera imprudente aumenta significativamente el riesgo de sufrir este tipo de lesiones. Es fundamental ser consciente de los peligros y tomar las medidas necesarias para disfrutar del agua de manera segura, evitando los accidentes y protegiendo la salud y el bienestar de todos.