Lunes 11 de Diciembre de 2023
Se acerca el fin del año con una fuerte carga de exigencias sobre las personas. Cierres de estados financieros, metas de cumplimiento, términos de contrato son algunos de los procesos por lo que es frecuente escuchar comentarios relacionados al estrés y al cansancio. Por un lado, se presenta el ausentismo asociado a permisos y faltas sin aviso previo, y por otro, surge el fenómeno del presentismo en el que trabajadoras y trabajadores asisten a sus puestos de trabajo sin lograr cumplir con lo esperado.
Así lo explica, Javier Mancilla, docente de la carrera de Terapia Ocupacional de la Universidad Central, quien también advierte sobre las señales físicas del estrés laboral. “En contextos como el estrés de finales de año, se puede experimentar un aumento de la frecuencia cardiaca, con la sensación de corazón acelerado y aumento de la contracción muscular general del cuerpo. Generalmente estas molestias se perciben de mayor forma en la zona del cuello y espalda alta, aparición de dolores de cabeza y molestias gastrointestinales persistentes, fatiga o cansancio que no desaparece con el descanso”, indicó.
A lo anterior, se puede sumar la sintomatología emocional, añadió el profesor de la UCEN. “Es usual que también se experimente ansiedad, miedo y frustración al no poder responder a lo que se le exige y la persona no logra separar los contextos de trabajo y el hogar, presentando insomnio o dificultades para conciliar el sueño, lo que impacta en las relaciones sociales externas al trabajo y a nivel familiar”, complicando aún más a quienes padecen estrés.
En este contexto, de afectación a nivel física y psíquica, las y los trabajadores estresados no tardan en ver disminuido su rendimiento laboral. “Se observa una merma en la capacidad de respuesta a las tareas solicitadas, además de un procesamiento enlentecido, dificultad para centrar la atención en el trabajo, aumento en la cantidad de errores cometidos y disminución de la productividad”, aseveró el profesional.
Pero estas complicaciones no serían el mayor riesgo para quienes padezcan de estrés laboral. “De mantenerse en el tiempo sin intervención, es probable que se manifieste el denominado desgaste crónico o también denominado Burnout, el cual debe ser tratado de forma oportuna, y no ser desestimado, ya que trae consigo consecuencias graves a nivel de salud mental”, Alertó Mancilla.
¿Cómo prevenir el daño crónico por estrés?
Entre las estrategias más importantes para prevenir cuadros de estrés, el docente de la Universidad Central destaca planificar y notificar con antelación las actividades y tareas solicitadas, de forma que las y los trabajadores puedan generar su propia organización.
Otra acción relevante sería evitar la indicación de actividades y tareas sin antelación y que requieran una respuesta inmediata, los comúnmente denominados “lo quiero para ayer”. En esta misma línea, también sugiere “indicar actividades y tareas, especificando con exactitud lo requerido y los resultados esperados, evitando las diferencias entre la indicación entregada, la labor desarrollada por el trabajador, y el resultado final”.
En este sentido, es imprescindible regular la cantidad de actividades y tareas solicitadas considerando la capacidad real de respuesta, según la complejidad, extensión, nivel de procesamiento mental requerido y por, sobre todo, el horario de trabajo definido.
No obstante, la importancia del ambiente de trabajo para determinar cuadros de estrés va más allá del entorno laboral, también existen factores protectores que es importante considerar, como lo son realizar actividades extra laborales que favorezcan la cohesión del equipo, el apoyo mutuo en lo laboral y emocional. En este mismo sentido, está la realización de ejercicios de respiración y relajación, en tiempos libres y la búsqueda de actividades con sentido y propósito que permitan equilibrar la rutina. Entre otras estrategias.
De acuerdo a lo anterior, Javier Mancilla es claro en señalar que “las organizaciones deben tener en cuenta que el bienestar es un eslabón clave en el funcionamiento y en los resultados esperados, por lo que debe ser la piedra angular en los procesos de alta carga, como lo es el fin de año para evitar el surgimiento de cuadros de estrés laboral”.