Miércoles 22 de Julio de 2020
Columna de opinión de la académica de Nutrición y Dietética UCEN, Claudia Narbona.
No es de extrañar que bajo estas condiciones de reclusión de cuarentena, con distanciamiento social, con cambios en todas nuestras rutinas de vida, nuestro ánimo también haya sufrido consecuencias, volviéndonos menos tolerantes, más irritables, con estados de ansiedad y angustia, un stress permanente, miedo, entre otras, que han transformado nuestra vida en una montaña rusa de emociones.
A eso debemos agregar que hemos debido cambiar nuestros hábitos de alimentación. Sin embargo, esto lo podemos transformar en una ventaja, si consideramos que muchos alimentos nos pueden ayudar a mejorar nuestros estados anímicos.
Por ejemplo, el consumo de productos como ginseng, chocolate, alimentos picantes, nuez moscada, semillas de girasol, espárragos, espinacas, plátanos, huevo, atún, porotos, maní, avena, ayudan a la formación de endorfinas en el cuerpo, lo que nos genera un estado de mayor bienestar y placer. También ayudan a regular el apetito y a la liberación de hormonas sexuales.
Otros alimentos como la leche, queso, yogurt, huevos, los pescados ricos en omega 3 (caballa, atún, sardinas, salmón, entre otros), frutos secos, carnes blancas (pavo, pollo), piña, plátano, lentejas, garbanzos y soya, ayudan a la formación de serotonina, sustancia neurotransmisora, conocida como “hormona del humor”, que nos ayuda a estabilizar nuestro estado de ánimo, nuestro comportamiento social, el apetito y los ciclos de sueño.
No podemos dejar de lado, los alimentos ricos en vitamina C, como frutillas, espárragos, piña, arándanos, tomates, frambuesas, mandarinas, coliflor, kiwi, mango, arvejas, brócoli, entre otros, los cuales ayudan a disminuir las sensaciones de ansiedad, debido a que regulan la formación de cortisol, hormona que se libera en estados de stress. Además la regulación del cortisol, ayuda a disminuir la acumulación de grasas abdominales, ya que la hormona moviliza un tipo de azúcar guardado en el hígado que termina en la sangre, como no es utilizado, se convierte en grasas.
Considerando todos los beneficios que nos proporcionan los alimentos, no sería malo empezar a incorporarlos en nuestra dieta de modo de mejorar nuestra salud y estados de ánimos, y que esto se traduzca en llevar de mejor manera esta pandemia.