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Jueves 16 de Mayo de 2024

Ceremonia de investidura de futuras y futuros enfermeros de la U. Central

Se trata de un importante hito en la vida universitaria de las y los estudiantes al usar por primera vez su uniforme, lo que marca de manera simbólica el ingreso a las prácticas de campo clínico.

En el Aula Magna Fundadores de la Universidad Central se realizó la ceremonia de investidura de la carrera de Enfermería, donde las y los estudiantes por primera vez usan su uniforme, un importante hito en su formación y que marca de manera simbólica el ingreso a las prácticas de campo clínico.

“Aprender a cuidar tiene que ver con la esencia de lo que hacemos en salud, tiene que ver con ser capaces de mirar a la otra persona a los ojos y preguntarles qué les pasa, escuchar en forma activa, llegar a esa persona con buenas estrategias de comunicación y fundamentalmente respetando siempre la dignidad y los derechos del otro, entendiendo que es una persona igual que ustedes”, señaló la decana de la Facultad, Dra. Gisela Alarcón, en las palabras que brindó a las y los estudiantes y sus familias.

En tanto la directora de la carrera, Ana María Álvarez, afirmó que “van a ir conociendo personas que están en una situación de vulnerabilidad y creen y confían en que ustedes, con sus conocimientos y habilidades van a poder ayudarlo a que estas dolencias sean menores. y especialmente que esto sea a través de un trato humanizado ¿Qué significa un trato humanizado? Respetar a cada uno con sus diferencias, con su cultura y siempre, siempre creer en ellos”. 

Las palabras en representación de los egresados, estuvieron a cargo de Cinthia Vanessa Muñoz, quien enfatizó que “escogieron una de las carreras más abnegadas, cuidadosas, delicadas pero hermosas que es el de ayudar y estar con el más desvalido, esas personas que ponen sus vidas en sus manos, las que les agradecen por que les sonrieron cuando tenían miedo de un procedimiento o a la que no le soltaron la mano antes de sedarla y dormirla previo a una cirugía y al despertar ven que siguen ahí acompañándolos. Esos momentos son impagables tanto para el paciente como para nosotros, por que cada vez que el paciente agradece su entrega, amor y dedicación, como enfermeros sentimos que nuestro día ya se dio por pagado”.