Miércoles 26 de Abril de 2023
Por: Johann Ellwanger Alvar, Coordinador de educación continua, Instituto de Investigación y Postgrado
El libro “Dominio Afectivo y Educación Matemática; claves para comprender la influencia de la afectividad y las actitudes en la construcción del conocimiento matemático” desarrollado por el Dr. © en Ciencias de la Educación, Marcelo Casis Raposo, expone de manera clara y detallada el impacto que generan las emociones en el proceso de aprendizaje.
En la actual era de la globalización y a propósito de los cambios de paradigmas en el contexto educativo, el rol docente se ha ido transformando paulatinamente adquiriendo relevancia la función de orientador, facilitador o mediador de los aprendizajes. Al respecto, la necesaria profesionalización en el área académica exige de los docentes no solo una “expertiz” en el dominio disciplinar para potenciar de manera equilibrada los aprendizajes de sus estudiantes sino que comprender las diversas dimensiones involucradas en el proceso de enseñanza – aprendizaje.
Los postulados derivados del paradigma constructivista ha impulsado una pedagogía no directiva, centrando la atención en el alumno y sus procesos de simbolización, trasformando la figura tradicional del docente instructor, a la visión de mediador, que facilite el desarrollo de procesos en el alumnado brindando las condiciones necesaria para que los aprendizajes ocurran integrando los dominios conceptuales (saber), procedimentales (saber hacer) y actitudinales (saber ser y convivir) involucrados en el entorno de aprendizaje.
Autores como Bruner, Ausubel y Gagñé han puntualizado ampliamente sobre la relevancia de factores emocionales, disposicionales y motivacionales como predictores de éxito académico, señalando que en todo aprendizaje ocurren cambios no solo cognitivos sino que afectivos en los estudiantes. De esta manera, conceptos como inteligencia emocional acuñada por Goleman parece cobrar mayor sentido en la experiencia educativa.
En el presente libro, el Dr. Casis pone el acento en esta última dimensión, recuperando el concepto “dominio afectivo” desde miradas filosóficas, psicológicas, sociales y pedagógicas vinculándolas específicamente hacia el aprendizaje matemático, sin embargo, su aporte radica en la posibilidad de transferir su propuesta hacia cualquier área de conocimiento relevando la importancia de la disposición emocional (componente actitudinal) en el proceso de aprendizaje. Propone al mismo tiempo una didáctica que facilite en el docente la superación de incidentes críticos que conduzcan a un cambio actitudinal en los estudiantes.
En este sentido, el texto representa un valioso insumo para el desarrollo de la formación docente en todos los niveles de desempeño profesional. Al mismo tiempo insinúa de manera implícita la importancia de la disposición afectiva de los docentes en el arduo desafío de transformación de los estudiantes.