Columna de opinión de Decano de la Facultad de Ciencias de la Salud y Presidente de CONIN Dr. Patricio Silva Rojas.
Así se titula el más reciente libro publicado por el Dr. Fernando Monckeberg Barros este año, en el que resume las diversas iniciativas gubernamentales, universitarias y privadas en la exitosa superación de la desnutrición en nuestro país en pocas décadas. Cabe destacar que esta es reconocida a nivel mundial como una de las más exitosas experiencias en la disminución de esta patología causada por la asimilación deficiente de alimentos por el organismo.
Con pocos recursos pero sobre la base de Investigaciones científicas realizadas desde la Universidad de Chile en la década de los 60, se logró recuperar a más de 72.000 niños desnutridos graves menores de dos años entre 1975 y 1995, como señala en el libro, pero que a la fecha supera los 110.000 niños recuperados, los que tenían una alta probabilidad de morir en sus primeros años de vida o quedar con secuelas de daño intelectual y biológico de por vida. Esto, en un esfuerzo que incluye la creación del INTA -Instituto de Tecnología de los Alimentos, bautizado hace pocos años con el nombre Dr. Fernando Monckeberg - y la Corporación para la Nutrición infantil -CONIN- que cumple 49 años presidido por su fundador. Estas acciones sumadas a otras políticas sociales y de salud son responsables de la disminución de la mortalidad infantil en Chile de 120 por 1.000 nacidos vivos en los años 60 a los siete que tenemos en la actualidad.
Importante es destacar que estas políticas públicas y las Instituciones creadas se han mantenido a través de los diversos gobiernos, de diferentes orientaciones políticas desde la década de los 60 hasta la actualidad.
Es por esto que la Universidad de Chile, el INTA y CONIN se han unido para rendir un reconocimiento a la basta labor desarrollada por el Dr. Mönckeberg el próximo miércoles 13 de octubre, a las 12 horas, en la que ha sido recientemente nombrado presidente honorario ad vitam, de CONIN. Esta organización sigue atendiendo a niños con enfermedades cada vez más graves, con desnutrición compleja y por cierto estamos preparados para enfrentar casos como los que se han observado desde el año pasado, en niños hijos de inmigrantes pobres o hijos de padres con diversos daños sociales. Preocupante es lo observado según un estudio conjunto de Junaeb y Elige Vivir Sano de un aumento de 0,8 puntos porcentuales en la desnutrición en el país en el año 2020, llegando a un 2,6%. Es probable que la explicación se encuentre en los efectos de la crisis económica producto de la pandemia, a la que se suma, condiciones estructurales de pobreza y bajas condiciones de vida.
La respuesta a la pregunta del título del libro se resume en la afirmación de que solo será posible si se aumenta la “la infraestructura científico-tecnológica que haga posible la constante innovación para llegar a competir con probabilidades de éxito en la economía globalizada.