Viernes 9 de Junio de 2017
La actividad en terreno se enmarca en el diseño y programación de la cátedra que encabeza el docente Rafael Catalán.
Los estudiantes del curso “Sociología de los Problemas Sociales”, que dicta el profesor Rafael Catalán, visitaron el miércoles 7 de junio la Población El Castillo de la comuna de La Pintana en la Región Metropolitana.
Los objetivos de la actividad fueron experienciar en terreno cómo se revelan los problemas sociales; la segregación socio-espacial; las consecuencias de las políticas públicas sobre una población; y conocer la historia de los vecinos para poder mejorar su situación de vida.
Dentro del diseño y programación de la cátedra, está contemplado que los estudiantes -una vez que hayan obtenido los conocimientos teóricos para observar y describir problemas sociales sus límites y causas- puedan corroborar en terreno las representaciones de los mismos, cómo interactúan los actores de interés sobre esos problemas y las soluciones emergentes o de política pública.
Durante la jornada se realizó un conversatorio y una marcha exploratoria por el barrio para conocer las historia de vida de la comunidad y cómo han ido abordando los distintos problemas sociales que allí ocurren. Entre éstos: la segregación socio-espacial; la crisis sanitaria, producto de un vertedero ilegal; narcotráfico; consumo de drogas; la baja participación vecinal y el vínculo e integración con el Estado y los privados.
En la actividad participaron 22 alumnos y alumnas de la carrera de Sociología de FACSO/UCEN y la dirigente Marcela Tapia de la Junta de vecinos Villa Nueva Patagonia y Comité Ilusiones.
El docente Catalán señaló que “Nos urge que las universidades estemos orientadas, como primer objetivo, a generar bien común en las comunidades más relegadas de nuestra sociedad”.
Destacó que “el estigma social sobre las comunidades es el primer velo que un cientista-social debe abordar para distinguir el verdadero problema”. Asimismo, que para la Sociología “es de vital importancia que todo aquello que hagamos tenga un impacto positivo para las personas, desde ahí, que no hay posibilidad de poder realizar buenas interpretaciones teóricas, sin incorporar a las comunidades, en la interpretación y solución de sus problemas”.
“Trabajar intervención en territorios vulnerables- dijo- requiere ser un profesional de excelencia, que pueda realizar propuestas de fondo, desde la humildad”.
Rafael Catalán también destacó “el compromiso y necesidad de los estudiantes del curso, por poder contribuir a las soluciones de los problemas que genera nuestra sociedad con sentido de urgencia”.
Tras la experiencia, la alumna mexicana que cursa un semestre en la Escuela de Sociología, Reyna Edith Pérez Flores, contó que "mis primeras inquietudes de vivir en otro país era conocer las contradicciones de toda sociedad. Desde mi llegada pedí a algunos chilenos me llevaran a una zona popular de Santiago, la respuesta era siempre similar: "Es peligroso, pero lo haremos". Sin embargo, esos recorridos no se realizaban, creo entender el porqué, hay un patrón común en la mayoría de las personas, es mejor no mirar esos lugares, justificando el desentendimiento con el peligro, sin darse cuenta que la indiferencia social se ve reflejada en los lugares populares de toda sociedad".
Agregó que "La Pintana me recordó mucho a Chalco, un municipio que está a las afueras de la Ciudad de México. Mi primera impresión, fue reconocer que ambos países son sólo ejemplos de la cara oculta de toda sociedad regida por la actual economía neoliberal".
Finalmente señaló: "me gusta la iniciativa por parte del profesor Rafael Catalán en salir a hacer observaciones, puesto que dentro de esta disciplina (sociología), sólo a través de la vivencia se puede interiorizar un problema social, dado que detrás de un escritorio o libro no puedes apropiarte e interpretar la realidad".
Cristóbal Valdés estudiante chileno de segundo de Sociología, dijo que "a mi parecer la dinámica de la vida de población de El Castillo no dista mucho de la realidad de las poblaciones periféricas de Santiago, pese a esto sobre esta población recae un alto grado de estigmatización".
"El desafío que supone esta reflexión es cómo lograr ir más allá desde la disciplina sociológica en la solución de estos problemas, sin caer en autocomplacencias de sentir que uno ayuda. Entiendo que desde la institucionalidad y la academia no saldrán las soluciones que permitan un mejor acceso a la ciudad y a la vida para los pobres, sería ingenuo pensar que esta tensionara contra sí misma, pero si cabe mencionar la responsabilidad ética del sociólogo en no renunciar a dar soluciones a estos problemas" opinó el alumno.