Martes 18 de Noviembre de 2014
La Facultad de Comunicaciones, junto al Centro de Extensión Académica y Cultural de la Universidad Central, realizó un homenaje a Clotario Blest en el aniversario 115 de su natalicio. La actividad contó con la exposición de Mónica Echeverría y Oscar Ortiz, y la exposición de la obra “La Geometría del Olvido” de Alfredo Jaar.
Clotario Blest, dirigente sindical y luchador social incansable. Comenzó su actividad sindical en la década del 20´ donde ya presentaba influencias diversas, como las de Emilio Recabarren, el anarquismo y el cristianismo. Desde el año 1922, Clotario Blest trabajó como empleado fiscal donde -cobrando fuerza en su discurso y su actuar- logra fundar la Asociación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF) en 1943. En dicha institución ocupó el cargo de presidente por 15 años. Asimismo, y en su incansable lucha por los derechos de los trabajadores, fundó la Central Unitaria de los Trabajadores (CUT) en 1953, donde también fue presidente de la organización por 8 años.
Tras su salida de la CUT, Blest fundó el Movimiento de Fuerza Revolucionario (MFR), organización que buscaba agrupar a las tendencias insurreccionales del país. Dos años más tarde, participó en la fundación del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), junto a Luis Vitale y Miguel Enríquez. Durante la dictadura, y a pesar de haber recibido ofrecimiento de diversas embajadas extranjeras para asilo político, decidió quedarse en Chile, donde participó en la fundación del Comité de Los Sin Casa -que realizaba tomas de terreno que eran ocupados por trabajadores sin vivienda- y el Comité de Defensa de los Derechos Humanos (CODEHS).
Juanita Rojas, decana de la Facultad de Comunicaciones, dio la bienvenida a los estudiantes y comunidad en general que participó del homenaje e instó a valorar y comprender la figura de Clotario Blest, quien ha sido –en palabras de la autoridad académica- uno de los personajes más importantes e influyentes de Chile durante el siglo XX. "No hay futuro si no se conoce la historia sobre quienes nos dejaron los cimientos" agregó.
Mónica Echeverría, escritora, actriz y dramaturga. Autora del libro "Antihistoria de un luchador", pasó largas jornadas junto a Blest, para escribir esta obra biográfica. Ella expuso sobre la difícil infancia de este personaje, donde junto a su esforzada madre y sus hermanos, pasaron muchas necesidades económicas. "Don Clota era lo que básicamente, en esos años se le llamaba: huacho", señaló la escritora. El dirigente vivió una infancia marcada por la violencia, la precariedad, y la incomodidad de recibir "las sobras" que la familia oligárquica de su padre le daba. Fue así como "por la caridad de un familiar oligarca" pudo entrar tempranamente a un seminario y poder recibir una buena educación, agregó la biógrafa.
Ya en el seminario, cuenta Echeverría, Clotario comenzó a cuestionarse e incomodarse con el sentido estrictamente vertical y autoritario de la Iglesia, y comenzó a ser un discípulo del jesuita Fernando Vives, donde se inclinó por la Teología de la Liberación, el pensamiento marxista y la concepción de un "Jesús obrero". Incluso, ella comentó una anécdota en que Blest se enojó muchísimo con quien fuera compañero suyo por muchos años en el seminario, el padre Alberto Hurtado, a quien en una carta le escribió "tú persigues la caridad! yo persigo la justicia!".
Oscar Ortiz, Historiador. Fue el secretario personal, amigo y mano derecha de Clotario Blest, por más de 30 años, hasta su muerte. Además de contar varios pasajes de la vida de Blest, señaló que: "era un político, pero propugnaba ética, por lo tanto, no era un politiquero". Según palabras de Ortiz, Clotario fue un opositor. Creía en la separación de los movimientos sociales y los partidos políticos, para caminar hacia la autonomía e independencia de los líderes. Por eso -según él- fue expulsado de la CUT, del MIR, e incluso excluido de sectores de la Iglesia, porque siempre cuestionó los acuerdos que transaran sus ideales y propósitos de lucha. Fue tan opositor y de ideas férreas, que contra viento y marea estuvo dispuesto a todo, incluso perder su libertad: a lo largo de su vida estuvo detenido 36 veces.
Asimismo, contó como una peculiaridad el hecho de que Blest tuviera en su casa un rincón con fotos de personas que él admiraba y entre las que se encontraba una imagen de Ernesto Guevara y otra de Mahatma Gandhi, ya que para él no era contradictorio. "Todas las luchas en un momento deben darse" decía Blest, según señala Ortiz.
También relató un par de anécdotas, entre las que destaca el momento de la visita del actor Christopher Reeve a la casa de Blest. "Yo le dije: Te busca Superman, a lo que él respondía riéndose ¿cómo me va a buscar Superman, quién es? ... "Te digo que te busca Superman", entonces Clotario va a la puerta y exclama: "Aahhh verdad! ...Es Superman!".
El homenaje concluyó con algunas preguntas del público y con la muestra interactiva de la obra "Geometría del Olvido" del Premio Nacional de Artes Plásticas 2013, Alfredo Jaar, que consta de una serie de fotografías tomadas por él a Clotario Blest, las cuales fueron impresas en gran tamaño y regaladas a los asistentes al homenaje.