Lunes 24 de Abril de 2017
El académico e investigador Felipe González se ha dedicado en su beca postdoctoral al estudio de las distintas formas de endeudamiento en la sociedad chilena, basándose en la perspectiva de la economía política y los estudios de gubernamentalidad
Esta línea de publicaciones contiene artículos académicos arbitrados por pares y tiene por objetivo contribuir a la mejora acumulativa de los conocimientos teóricos mediante la difusión de resultados de investigación en curso y que contribuyen al debate académico y público actual.
El Dr. González es becario postdoctoral en la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Central, donde también es director académico del Observatorio "La política en la red" y su proyecto Interbarómetro Chile y docente de cátedras de pre y postgrado.
En esta publicación, el académico busca respuestas al por qué las personas adquieren deudas de consumo en Chile y cuestiona el poder explicativo de las teorías "del chorreo" y el "keynesianismo privatizado". Mientras la primera sostiene que la acumulación de ingresos en los estratos más altos genera presiones para que el resto gaste más allá de sus ingresos, la segunda argumenta que las personas se endeudan para contrarrestar los nocivos efectos sociales provocados por la consolidación fiscal y la reducción salarial.
El investigador, quien es Doctor en Ciencias Sociales y sociólogo, argumenta que estas teorías no explican por qué, en un contexto de mejoras salariales, los consumidores utilizan el crédito para financiar su consumo de "bienes ordinarios", que no buscan proteger un estilo de vida o aparentarlo ante otros, sino que reflejan una expansión más sutil de los estándares de vida.
Basándose en la idea de que este tipo de deuda la utilizan los consumidores para llenar una brecha entre sus ingresos y un estándar de vida socialmente construido, en este artículo el Dr. González demuestra que este tipo de financiamiento podría explicarse por dos mecanismos más sutiles en el caso de Chile y, posiblemente, en otros países en desarrollo: movilidad ascendente espuria en el caso de los más pobres y deprivación relativa en el caso de las clases medias.
En ambos casos, las familias consumen más allá de sus posibilidades para ver realizadas sus identidades de clase y cumplir con los estándares de consumo a los que se sienten con derecho. En lugar de imitar a los ricos, los consumidores buscan mostrar su pertenencia a una "clase media imaginaria".