Viernes 3 de Febrero de 2017
Comentarios del decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública, Marco Moreno
Según el estudio de la socióloga Marta Lagos, el abanderado radical vencería en el balojate con un 35%, versus un 30% para el ex Gobernante. El otro 35% no sabe, no responde o no votaría.
Esto a pesar de que en ese mismo sondeo de Cerc-Mori, dado a conocer tras la Navidad de 2016, el ex Mandatario aparecía con la ventaja de un 23%, respecto del senador independiente, quien llegaba a sólo un 19%.
Sin medir segunda vuelta, la Adimark del miércoles pasado sólo reiteró un resultado de "empate técnico", aunque esta vez concediéndole a Guillier un punto de ventaja con un 28%, versus un 27% de Piñera.
La Cadem, en tanto, dada a conocer el lunes pasado, tampoco midió un balotaje y otorgó al ex Presidente un 24% y un 18% para el senador.
La CEP de noviembre-diciembre del 2016, a diferencia de uno de sus sondeos a fines de 2008, no midió un cuadro cerrado entre dos candidatos, pero en la pregunta de quién le gustaría que fuera el próximo Presidente, arrojó un 20% de las preferencias espontáneas por Piñera, en contraste con un 14% de Guillier.
Si bien el escenario ya es incierto por el número de indecisos, la evidencia internacional demuestra que las segundas vueltas presidenciales son mucho más inciertas.
A partir de allí, los escenarios que predicen las encuestas vuelven a barajarse, pues entran a jugar otros factores, como la misma abstención que en las elecciones municipales chilenas llegó a un 65%; el voto castigo, el rechazo a determinado candidato o el votante que se inclina "por el mal menor" y prefiere a veces apoyar a un abanderado de una posición política distinta.
En los últimos comicios presidenciales en Argentina, Perú y Francia influyeron esas últimas variables para los triunfos de Mauricio Macri, Pedro Pablo Kuczynski (PPK) y François Hollande (ver recuadros página siguiente).
A eso habría que agregar otras situaciones coyunturales como los efectos del gobierno de Donald Trump en EE.UU. y los vaivenes económicos.
El encuestólogo de Cadem-Plaza Pública, Roberto Izikson, es de los que prefiere no hacer muchas predicciones. "Me parece que hoy Piñera y Guillier están en un empate en intención de voto espontáneo. Yo creo que cualquiera de los dos puede ganar. Todo está demasiado líquido. Esta elección no la van a resolver los militantes movilizados, sino que la gran cantidad de gente que se ubica en el centro y en los no sabe/no responde. Esta elección la va a resolver la clase media mayor de 55 años. Ese es el grupo objetivo más significativo pensando en la próxima presidencial".
Hay otros dos elementos que podrían incidir en los resultados de una eventual segunda vuelta entre Piñera y Guillier.
Uno de ellos es la posibilidad de que el rechazo al Gobierno perjudique a Guillier (según la última Adimark, un 76% desaprueba la administración de Michelle Bachelet y un 40% se identifica como opositor).
Y el otro es que el electorado se incline por una renovación de rostros, lo que dañaría a Piñera.
Sobre el primer punto, la directora de Cerc-Mori, Marta Lagos, cree que "las personas que antes votaban por la Nueva Mayoría no van a ir a votar". "Si la gente estaba ya en contra de las cosas malas que ha hecho (este gobierno), esa gente no va a votar jamás por Piñera; lo que va a hacer es quedarse en la casa. Al no ir a votar, aumenta al doble la cantidad de votos que tiene Piñera", agrega la socióloga.
Izikson dice: "La pregunta es qué es lo que van a entender las personas por cambio". "Si esto significa cambio de administración, de coalición de gobierno, por una mejor gestión, ese cambio lo refleja mucho mejor Piñera que Guillier, que es más bien la continuidad de este gobierno", dice el gerente de Cadem.
Coincide también la cientista política Bárbara Briceño: "Mientras más continuidad plantee Guillier, que va a seguir con las reformas, que va a seguir haciendo exactamente lo mismo, es probable que se le traspase esa impopularidad".
El analista de Criteria Research, Cristián Valdivieso, discrepa y afirma que Guillier "se separa como persona. Si bien está inscrito dentro de la Nueva Mayoría, como persona logra de alguna manera aislarse frente a este fenómeno de críticas a la clase política. Incluso, de los mismos legisladores de los cuales es parte. Eso es rescatado por la ciudadanía. Hoy día la aversión a la Nueva Mayoría es muy masiva, pero eso no por defecto toca a todos quienes sean candidatos".
El diputado y experto electoral Pepe Auth, quien es partidario de Guillier, coincide. Dice que las elecciones "se juegan sobre el futuro y no sobre el pasado".
El parlamentario recuerda el caso del ex Presidente Eduardo Frei cuando compitió el 2009 contra Piñera. En la ocasión, el candidato DC no pudo matizar el 84% de aprobación de Michelle Bachelet y terminó perdiendo con 29,60% en primera vuelta y 48,39% en el balotaje.
"Así como no es determinante un apoyo mayoritario al gobierno que te sostiene, tampoco es determinante el rechazo mayoritario al gobierno, porque la gente vota por lo que viene y no por lo que está", dice Auth.
El diputado recalca que "la oposición (al Gobierno) no es sólo de derecha. De hecho, casi la mitad en la CEP de los electores que se definen de centroizquierda son críticos de la gestión del gobierno. Si no, no tendría los números (de aprobación) que tiene".
En la misma línea, el académico de la UDP, Mauricio Morales, asegura: "Por más que baje el Gobierno, la adhesión a Guillier no debería variar sustantivamente, porque no es percibido como un agente muy cercano al Gobierno".
Y agrega: "Distinto sería el caso de Ricardo Lagos, José Miguel Insulza o Carolina Goic, que cargan con el lastre del gobierno de la nueva Mayoría. Guillier puede sacarse fácil ese peso de encima".
Sobre el rechazo a los rostros antiguos de la política como Piñera, el decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Central, Marco Moreno, dice: "Guillier tiene un elemento de ventaja que es la novedad, a diferencia de Piñera, de quien ya conocemos sus aciertos y desaciertos. Por lo tanto, el factor de beneficio de la duda le juega mucho más a favor a Guillier que a Piñera, de quien todos sabemos cómo ha actuado. Mucha gente desconfía de Piñera. El factor de castigo juega más a favor del candidato del PRSD".
El generalísimo de Michelle Bachelet en la presidencial del 2005, Sergio Bitar, agrega que "el debate va a ser capacidad de gobernar versus novedad. Ahí hay una gran ventaja a favor de Guillier, que es nuevo. Y lo que están mostrando las encuestas es que se quieren candidaturas nuevas".
Auth añade que a Piñera "le juega en contra que este país es mayoritariamente de centroizquierda".
Discrepa Marta Lagos, quien cree que "Piñera ya tiene dos millones de votantes, tiene que conseguir un millón más y va a ser el próximo Presidente, porque el próximo Mandatario lo van a elegir tres millones de personas. Guillier todavía no tiene esos dos millones".
Coincide con la socióloga la ex generalísima de Joaquín Lavín en la primera vuelta de la presidencial del 2005, Cristina Bitar, quien dice que "la capacidad de experiencia en el gobierno, generar empleo y reactivar la economía, van a ser factores relevantes, y eso le da ventaja a Piñera de todas maneras". "Él (Piñera) ya pasó el 50% más uno una vez, y hoy día la gente va a privilegiar eso", agrega.
La socia de Azerta añade: "Hay un voto de centro que sí puede favorecer a Piñera en ese momento. Más que anti Bachelet, es pro Piñera. Es un voto anti Nueva Mayoría que tiene que ver con esta DC medio dividida. Hay un mundo ahí que no se siente representado si el candidato es Guillier".
Fuente: http://impresa.lasegunda.com/