Lunes 6 de Marzo de 2017
Análisis del decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública, Marco Moreno
Desde agosto del año pasado es la primera vez que Alejandro Guillier no registra un alza en las preferencias presidenciales, según las mediciones mensuales que realiza Adimark.
En los cinco meses anteriores (agosto a enero) el senador independiente había subido 23 puntos, llegando incluso a superar a Sebastián Piñera. Sin embargo, en la encuesta de febrero dada a conocer hoy el abanderado del PRSD pasó a segundo lugar (ver gráfico).
El sondeo, en todo caso, muestra que se mantiene la lucha entre Guillier y el ex Presidente Sebastián Piñera, quien a pesar de la controversia por las inversiones en los casos Exalmar y Minera Dominga, recupera el primer lugar que le había arrebatado su principal rival en la medición de enero pasado.
Ante la pregunta "Si las elecciones presidenciales fuesen el próximo domingo, ¿Quién preferiría usted que fuera el próximo Presidente o Presidenta de Chile?", Piñera alcanza 29 puntos, versus 25 de Guillier, quien queda en segundo lugar.
En enero el periodista marcaba 28 puntos ante la misma interrogante, y el ex gobernante, 27. No obstante, Adimark fija el margen de error de sus sondeos en 3 puntos, por lo que la agencia interpretó que aunque las preferencias por Guillier "retroceden por primera vez", el cambio "no es en sí mismo significativo".
La situación del resto de los competidores no varía. En tercer lugar figura el ex Presidente Lagos, que baja de 5% a 4% , y detrás suyo, con sólo 2%, está el senador ex RN Manuel José Ossandón.
Para Marco Moreno, decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Central, esta foto "le da un poco de respiro a Ricardo Lagos, quien era su más cercano competidor antes de Goic. Lagos puede capitalizar; a Guillier le juega en contra la estrategia del silencio".
Juan Cristóbal Portales (U. Adolfo Ibáñez) habla de un "estancamiento de Guillier" que "favorece a Piñera pero básicamente le da aire y esperanza a candidaturas que están emergiendo, como la de Carolina Goic. A Lagos no lo favorece porque también está estancado por ser parte de la vieja política".
Alejandro Olivares (U. de Chile) dice que "es muy pronto hablar de un estancamiento; es una campaña en desarrollo y habrá meses en que subirá 2 puntos o bajará 3". Cree que el cuadro "primero favorece a los contrincantes internos; les da más margen para crecer. Sea Lagos, Goic, el que sea" y que "un segundo beneficiado sería Piñera: si se estanca el que tenía más crecimiento en la coalición, se puede leer como una suerte de estancamiento de la Nueva Mayoría".
Mauricio Morales (U. de Talca) aventura que "la polarización de Guillier está favoreciendo la apertura de un espacio de centro, de moderación", y que eso "podría favorecer una candidatura muchísima más moderada", pero que "a Goic la favorecería siempre y cuando ella haga lo correcto y no comience a abrazar a Bachelet ni a generar plataformas programáticas polarizadas".
A juicio del consultor político y ex Secom, Carlos Correa, "los electores ya interpretaron que Guillier es el candidato de la continuidad del Gobierno". "Esto le debiera beneficiar a Lagos y a Goic, porque ellos pueden ir agarrando un voto de Nueva Mayoría que no es necesariamente quienes apoyan la gestión de Gobierno".
Para Juan Cristóbal Portales, académico de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), el "estancamiento" de Guillier en la Adimark de febrero "es por su falta de definiciones".
"Guillier levantó su candidatura sobre la base de atributos blandos como credibilidad y confianza en un escenario de desafección a la política, pero eso hoy ya no es suficiente. La estrategia del silencio y basada en el carisma ya no está funcionando porque en la medida que la campaña entra en tierra derecha la gente exige definiciones y Guillier no las tiene", sostiene Portales.
En el mismo sentido, Marco Moreno, de la U. Central, opina que "el punto clave es la ambigüedad y falta de claridad de Guillier, que hace dudar a los electores en momentos que la gente quiere certezas".
Para Alejandro Olivares, de la U. de Chile, "hay un porcentaje de votantes duros a los que no les va a importar que Guillier plantee temas o no, pero para un votante un poco más blando o más indeciso, es muy importante que el candidato plantee temas".
Fuente: http://impresa.lasegunda.com/
