Es Director Rodrigo España fue invitado a debatir sobre el momento político de la Nueva Mayoría ante el escenario posterior a las decisiones del PS, Ricardo Lagos y la DC
La Nueva Mayoría se encuentra en el centro del huracán político que se vive en Chile. Para algunos, el conglomerado está en crisis, para otros ya se acabó. El diputado Matías Walker, por su parte, dijo que "sin la DC, la Nueva Mayoría es una especie de UP 2.0".
Para profundizar en esta discusión, el programa que coproduce la Universidad Central junto a CNN Chile "Actualidad Central" invitó al director de la Escuela de Ciencia Política, Dr. Rodrigo España, a debatir junto al secretario general del PPD, Germán Pino, el diputado y tercer vicepresidente de la DC, Sergio Espejo, el exsenador del Partido Radical, Nelson Ávila, junto al periodista que conduce esta discusión abierta Pablo Millas.
A juicio del Dr. España, “la Nueva Mayoría está en un proceso de mutación que tiene que ver con un problema de pérdida de mayoría política, social y cultura”. Explicó que, “a partir del gobierno del expresidente Lagos –el cual ganó la presidencia en una segunda vuelta mientras que en los gobiernos anteriores lo habían hecho en primera–, la Concertación debió incorporar ciertos sectores que no eran parte del pacto, como el Partido Comunista, para construir esta mayoría social, política y valórica” que pasó a ser Nueva Mayoría.
Asimismo, y ante la pregunta del conductor respecto de si la crisis de la NM comenzó a partir de la baja de Ricardo Lagos como candidato a la presidencia para un segundo periodo, el director de Ciencia Política manifestó que estima que esta “comienza cuando la Democracia Cristiana, en la elección de Michelle Bachelet, sale Soledad Alvear de la primaria y queda Bachelet sola y, por lo tanto, ahí comienza una especie de arrinconamiento de los sectores más progresistas hacia la DC. Entonces, la DC sabe que si presenta un candidato a las primarias, tiene que disputarle a todo el bloque progresista, entendiéndolo como el Partido por la Democracia, el Partido Radical Social Demócrata y el Partido Socialista y, posteriormente, el PC. Entonces, en una coalición donde antes la DC jugaba un rol protagónico, a partir de ese momento empieza a jugar un rol menos protagónico”.
Puntualizó el académico que entiende esta “dramatización de la NM respecto de dos candidatos y de una o dos listas parlamentarias… pero les recuerdo que la elección en la que ganó Bachelet eran dos candidatos: Lavín y Piñera por la derecha y una lista única parlamentaria. Y en términos de repercusión sobre la elección de parlamentarios, solo perdieron tres diputados, además que aumentaron su base electoral casi a un 48%, versus Bachelet que obtuvo un 45% en la primera vuelta”. Explicó así que “no es tan dramático, existe el precedente, es posible… el problema es otro… es que la nueva elección parlamentaria –que significa incorporar la nueva cuota de género de un 40%, lo cual ya complica a todos los partidos– significa repartir entre cinco o seis partidos, eventualmente, la lista parlamentaria. Y ahí hay un problema respecto de la negociación”.
Respecto de si la DC seguiría un camino propio, destacó que “es un mito porque, en términos concretos, la posibilidad de un camino propio hoy en día es imposible. Quizás antes del golpe era posible porque habían tres claros proyectos que eran excluyentes entre sí: la izquierda, la DC con el comunitarismo y la derecha con el conservadurismo. Pero el problema es que hoy hay una disputa de la derecha por el centro político, por lo tanto se desplaza el eje, y lo que ocurre también con la izquierda es que también se desplaza a través del PPD y del PRSD hacia el centro, por lo tanto, todos intentan incorporar en alguna medida al centro. Por lo tanto, tres bloques con proyectos de un 30 por ciento cada uno hoy en día es casi imposible, y más con un sistema electoral que teníamos y el que tenemos, que de alguna manera va a tener un correlato con respecto a la representación”.
Afirmó que “como dijo Sergio Espejo, la DC efectivamente no va a perder, quizás, número de diputados, pero sí su peso relativo dentro del Congreso, porque son 155 diputados ahora y no 120 […] El problema es que, si gana Piñera, la Nueva Mayoría –o como venga a llamarse– va a ser minoría dentro del parlamento y eso significa que todos los avances en las reformas de Michelle Bachelet pueden ser desarticulados fácilmente con una mayoría parlamentaria y con un presidente de derecha”.
En relación al candidato Alejandro Guillier, expuso que su problema es que “tiene que tener la capacidad, como creo que va a tener Beatriz Sánchez, de movilizar a aquellos que no van a votar… Puede que recupere algunos votos de la DC, pero no un porcentaje importante de los que históricamente han votador por la Concertación y la Nueva Mayoría”. Evaluó que, en el caso del Frente Amplio “cuando mucho votarían por el PC en una parlamentaria, pero no los veo votando por Guillier… los veo votando por la Beatriz Sánchez, que tiene la gracia de movilizar a todos esos jóvenes que han estado exentos de la participación política y electoral en los últimos años y que por lo tanto, los está encantando”.
Si bien no cree que la candidata del FA llegue a segunda vuelta, estimó que podría alcanzar hasta un 19 o 20 % que es lo que obtuvo MEO. “No ha alcanzado un techo, pero el tema es que se va a posicionar y que va a disputar el tercer o cuarto lugar de la primera vuelta. En este escenario, el problema que se le presenta a la DC es ¿qué pasa si Beatriz Sánchez queda en mejor posición que Goic en la primera vuelta?”.
Recordó también que en Chile, “todos los Presidentes de la República, a excepción de Alessandri e Ibáñez del Campo, han militado en algún partido político. Por lo tanto, el electorado chileno, pueden haber cambiado los tiempos o cualquier otra cosa, pero existe una cultura política en las familias chilenas, respecto de que se identifican con la izquierda, con el centro político o con la derecha de alguna manera, y tienen alguna cercanía con algún partido, independientemente que los tiempos hayan cambiado”.
Luego cuestionó “¿qué garantiza que Guillier, siendo Presidente, tenga una buena coordinación –misma que hemos criticado en alguna medida a la presidenta Bachelet– con los partidos políticos?, ¿qué garantiza que los partidos lo acompañen hasta el final?”, esto a la luz de la situación con la presidenta Bachelet y los partidos. Asimismo, mencionó que “tengo mis dudas que sea tan fácil conseguir las 33 mil quinientas firmas, por una razón muy simple: los militantes no pueden ir, entonces, ¿qué van a hacer? Guillier en la feria recolectando firmas? [...] ¿Y qué pasa si no consigue las 33.500 firmas?, ¿va a mantener sus dichos de ‘yo voy a seguir independiente’ así como dijo ‘yo no soy candidato a presidente si no hay primarias?”.
Finalmente, recordó una frase que dijo Alejandro Guillier sobre que un gobierno no hace ganar elecciones pero si ayuda a perderlas. “Creo que hay muchos candidatos a diputado o incluso antes en las elecciones a alcalde que no estuvieron dispuestos a estar vinculados con el gobierno de Michelle Bachelet porque ello implicaba estar vinculados, de alguna forma, con el caso Caval, SQM y todos los escándalos del dinero en política y además tenía que ver con el tema de la gestión. Yo creo que, en general, la presidenta Bachelet ha tenido un liderazgo diferente a los que estamos acostumbrados, pero el problema es que se generó una brecha entre lo que realmente se podía hacer en cuatro años y las expectativas que tenía la gente respecto de esos cuatro años.
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