Martes 11 de Abril de 2017
Análisis del académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública, Kenneth Bunker
Lo que hace algunas semanas era un escenario impensado, por estos días ha recobrado una inusitada fuerza: que la Democracia Cristiana compita con un candidato de sus filas en primera vuelta de la elección presidencial que se realizará el 19 de noviembre próximo.
Esta ha sido la tónica del partido en los últimos meses, marcado por un escenario en que ha debido adoptar decisiones presionado por las circunstancias que han delineado sus socios de la Nueva Mayoría, y no por una hoja de ruta diseñada por ellos.
En la tienda política reconocen que no les ha quedado más alternativa que ser reactivos a los estímulos político electorales que han fijado el resto de las colectividades del bloque opositor. Esto queda reflejado, por ejemplo, en la determinación del partido de levantar una carta presidencial que los represente, pese a que ninguno de sus liderazgos estaba perfilado en las encuestas para asumir este desafío de manera competitiva.
Algo, que por lo demás, sigue sin ocurrir, ya que la presidenta de la DC, Carolina Goic, pese a haber anunciado hace dos meses su postulación, prácticamente no marca en los sondeos. Pero en la entidad comprendieron que no erigir a un candidato propio los dejaba muy debilitados para negociar dentro de la coalición el eje programático y la plantilla parlamentaria de la Nueva Mayoría.
Sin embargo, con la bajada de Lagos, el presente se le enredó todavía más a la falange, ya que el principal aliado que tenía el partido para poder inclinar el bloque oficialista hacia el centro era el ex Presidente, quien con su retiro de la carrera a La Moneda deja a la DC arrinconada contra el muro de la izquierda.
Ese sentimiento de amenaza y orfandad política que se instaló en el partido queda reflejado en las declaraciones de Clemente Pérez, personero cercano a Mariana Aylwin, y partidario de que la colectividad llegue a primera vuelta con Carolina Goic.
El subsecretario de Obras Pública del gobierno de Lagos señaló a El Muro que lamenta lo ocurrido con el ex Presidente, y dice compartir lo que escribieron hoy en El Mercurio, Genaro Arriagada y Carlos Peña.
"Aquí se está privilegiando una izquierda distinta a la tradicional, que plantea esquemas diferentes de futuro, que ni siquiera tienen tan claro", afirma el dirigente, lo que a su juicio es algo muy negativo.
En la parte positiva, el personero puntualiza que esto afirma la necesidad de que la DC vaya a primera vuelta directamente y no por intermedio de primarias. "Esto es un dato. Hoy, por razones ideológicas o prácticas, se hace insostenible que el partido vaya a primarias, donde claramente perderá, ya que el marcador será 5 contra 1, con todos los demás partidos contra la DC, y con una candidata que todavía no se ha logrado desplegar".
Pérez dice que será difícil que Goic se pueda instalar en un mes y medio, siendo que requiere mucho más tiempo para exponer propuestas, hacer planteamientos, tener debates y discutir, sobre todo cuando el partido tiene un diagnóstico y posturas completamente distintas.
El ex subsecretario reconoce que ir a primera vuelta partió como una postura minoritaria, pero que ya en marzo había logrado muchos adeptos al interior de la tienda política, y hoy asegura que definitivamente es mayoritaria, y que se debiese terminar resolviendo en esa línea.
Pero antes de definir qué harán finalmente, son varios los factores que en la DC están masticando. Uno de ellos es que si adoptan la determinación de ir a primera vuelta, lo más probable es que deban hacerlo con lista parlamentaria propia, y ese escenario es muy riesgoso para el partido.
Así lo establece el análisis que el experto electoral, Mauricio Morales, ha realizado para la colectividad, en que puesto en esa disyuntiva, la Democracia Cristiana podría salir muy magullada en la elección parlamentaria, entre otras razones, porque no cuentan con suficientes candidatos competitivos para llevar en todos los distritos y circunscripciones, y que además en un sistema proporcional hace más compleja la tarea.
Otro de los factores que inquieta en la falange, es que de ir a primera vuelta, reconociendo que probablemente saldrán derrotados frente a Alejandro Guillier, y aun cuando en ese esquema no se rompa la Nueva Mayoría, las relaciones del partido con el resto de la coalición y con el entorno del senador por Antofagasta quedarán en mal pie. Y eso puede significar, en el supuesto que triunfe el ex conductor de noticias en la presidencial, que la colectividad sea marginada de la próxima administración.
Cuán arrinconada quede la DC dentro de la Nueva Mayoría, dependerá en gran medida de lo que termine definiendo el PPD tras quedarse sin candidato presidencial, ya que si la colectividad se termina sumando a la corriente, y respalda también a Alejandro Guillier, dejará a la falange en gran desventaja.
El académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Central, Kenneth Bunker, piensa que la postura del PPD resultará clave para la determinación que adopte finalmente la DC.
En este sentido, el cientista político considera que son tres los escenarios que enfrenta el partido de Ricardo Lagos sobre los cuales tendrá que adoptar una determinación.
Mantenerse neutral, lo que implica dar libertad de acción a los militantes del partido, ya sea en las primarias (si se realizan) o bien en la primera vuelta. La segunda opción es levantar a un candidato propio, pudiendo ser potenciales presidenciables como Felipe Harboe, Ricardo Lagos Weber, Jorge Tarud, y Carolina Tohá. Y la tercera alternativa sería apoyar a Alejandro Guillier o a Carolina Goic. Esto lo pueden hacer por medio de un instructivo directo de la mesa o por medio de una consulta interna.
Según Bunker, la primera alternativa es la mejor opción para el PPD, porque a su juicio, es la única manera de no cometer un error político que podría tener costos significativos en el futuro.
Agrega que la segunda alternativa es la más cómoda después de mantenerse neutral, porque cualquiera de los cuatro candidatos del partidos antes mencionados, podrían fácilmente tomar el comando de Lagos y hacerlo propio, bajo el trato de promover su programa.
Finalmente, el analista afirma que la tercera alternativa es la más probable, pero a su vez, la más compleja. Para el académico este camino es probable porque el proyecto de una candidatura única ya fracasó y todo indica que fracasaría otra vez, independiente del candidato. Y es complejo por los potenciales efectos que tendría sobre la propia coalición, y eventualmente sobre el resultado de la próxima presidencial.
"Si el PPD escoge apoyar a Guillier, encierra a la DC, obligándola a ir sola a primera vuelta y levantar una lista legislativa propia. Con cuatro partidos a su favor, Guillier no tiene incentivos para ir a buscar a la DC, pero la DC sí tiene incentivos para ir a buscar a Guillier" concluye el experto.
En este complejo escenario para la Nueva Mayoría, Bunker indica que la derecha está mirando de forma positiva lo que ocurre en las filas oficialistas, ya que de continuar el bloque de gobierno por este derrotero, Chile Vamos se apresta a recuperar La Moneda de la mano de Sebastián Piñera. Se trata de una posibilidad que varios ya advierten también en la coalición gobernante.
Fuente: http://elmuro.cl/