Jueves 23 de Mayo de 2019
El espacio de conversación permitió a los estudiantes y sus docentes, conocer de primera fuente las principales problemáticas que enfrentan los vecinos en términos de las condiciones de las aceras y calzadas, especialmente lo que significa para los adultos mayores que viven en el sector.
Torres, como docente responsable del proyecto, condujo el espacio y ofreció una introducción para dar contexto al encuentro, el cual en estricto rigor tuvo como finalidad poder escuchar el relato de los vecinos sobre las necesidades en materia de vialidad del barrio. Asimismo, mostró una ficha explicativa, donde se evidenció el nombre que lleva el proyecto: ‘Una experiencia A+A con la comunidad vecina de la Universidad Central: aprendizaje colaborativo entre estudiantes de 1° y 4° año de Ingeniería Civil en Obras Civiles e Ingeniería en Construcción’.
Felipe Aranguiz, tesorero de la Junta de Vecinos, agradeció la instancia y comentó que “estamos preocupados y enfocados en poder vincularnos con la universidad; tenemos hoy día varios proyectos que estamos desarrollando en conjunto y la verdad es que para nosotros como vecinos son muy valiosas estas alianzas, en primer lugar, por la convivencia que tenemos en el barrio y por supuesto para mejorar la calidad de vida de los vecinos”. De igual manera, mencionó la disposición de la organización vecinal de aclarar dudas e interactuar de forma directa con los estudiantes para conseguir un ritmo de trabajo más fluido y con buenos resultados.
Aranguiz, planteó que una de las problemáticas más complejas que aqueja al sector en temas viales, guarda relación con lo que ocurre en la calle Aldunate, pues producto de la Feria de Verduras que allí se ubica los fines de semana “se generan externalidades negativas importantes, por ejemplo, luego que los camiones limpian al retirarse la feria, el agua se poza junto a restos orgánicos, por falta de alcantarillado y eso genera foco de malos olores, moscas, entre otras cosas”.
Otra de las vecinas hizo hincapié en los accidentes que se producen al caminar de noche en las veredas, por las condiciones en las que se encuentran, explicó que “este barrio está habitado por muchos adultos mayores. Yo tengo 79 años y al caminar un par de cuadras desde Nataniel Cox con Copiapó, hasta el supermercado en Nataniel Cox con 10 de Julio, fácilmente cuento 3 o 4 tropezones a causa del mal estado de la vereda y cuando es de noche es mucho peor”. Ante estas declaraciones, los docentes recordaron a los estudiantes que el punto referente a las luminarias debe ser considerado como parte de las recomendaciones anexas al proyecto, aun cuando no se trate de un proyecto de iluminación.
El próximo paso, es armar un plan de trabajo en función de las necesidades preliminares levantadas durante la reunión y posteriormente hacer visitas a terreno para detectar los problemas más complejos y así determinar el área de trabajo donde pondrán en desarrollo el proyecto de mejoramiento vial, el cual al final del semestre será evaluado y entregado a la junta vecinal, quienes, con ese producto final, podrán gestionar la obtención de fondos ante la municipalidad para llevar a ejecución.