Miércoles 23 de Septiembre de 2020
Cuenta en su haber con experiencia en control de gestión, análisis de datos, abastecimiento, reportabilidad y control de proyectos. Viene a formar parte del equipo docente de la carrera Ingeniería Civil Industrial.
Magíster en Ingeniería Industrial de esta casa de estudios y con Diplomado en Data Mining de la Universidad de Santiago de Chile, la Ingeniera Comercial titulada en la Universidad Católica del Norte, Macarena Martínez, se incorpora al cuerpo académico de la carrera Ingeniería Civil Industrial de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura.
Como egresada del programa de Magister en Ingeniería Industrial UCEN, Martínez participó en el desarrollo de un modelo de gestión de bahía que comenzó con un diagnostico aplicado a la bahía La Herradura de Coquimbo, el cual permitió visualizar la problemática ambiental, dificultades en la planificación urbana, riesgos de tsunamis, así como la identificación de los diversos stakeholders involucrados, lo que derivó en el primer conversatorio acerca de un modelo de gestión de bahía en la Región de Coquimbo y que según aseguró la profesora “demostró que trabajando en equipo se pueden lograr entendimientos y acuerdos que creen beneficios bidireccionales a pesar de los diferentes objetivos de cada uno de los involucrados, en este proyecto se trabajó con Fomento Productivo de la Municipalidad de Coquimbo, Vecinos de la bahía La Herradura y Pescadores, además de entidades medioambientales, siendo la Universidad Central un ente fundamental para que todo esto se llevara a cabo”.
Si bien comenta que “aún queda mucho por hacer”, también añadió que producto del diagnóstico realizado se marcó un inicio hacia una forma de trabajo en equipo mediante una metodología de vinculación que genera instancias de soluciones en el contexto de administraciones de bahías, temática escasamente investigada en Chile a pesar de la geografía de extensas costas y amplias bahías.
Como nueva agregada del equipo docente, la académica hizo referencia a los desafíos que actualmente enfrentan los estudiantes y aseguró que “son mucho mayores que antes de la pandemia; hoy en día se exige una transformación digital acelerada, cambió la forma en cómo se veía el mundo, cambiaron las reglas del juego y desde la docencia debemos estar conscientes apoyándolos no solo con entregar conocimientos propios de la especialidad, sino que también con aquellos que implican la formación de un profesional que este siempre preparado para los cambios, altamente adaptable, empático y actualizado con las tecnologías que el medio requiere”.
Para lograr aquello, la profesional explicó que “deben entregarse herramientas que permitan ésta formación independiente de las circunstancias, visualizando siempre qué es lo que necesita el mercado, un mercado que producto de las circunstancias sanitarias ha cambiado drásticamente”, en ese sentido, consideró que un ingeniero industrial tiene un rol que va más allá de ser un diseñador de modelos, proyectos y técnicas logísticas u organizacionales, pues debe aportar en la solución de problemas que generen beneficios económicos, sociales, medioambientales que tomen en cuenta la dinámica y la visión de innovación que el medio requiere, con énfasis en la “inclusión de la tecnología y empatía en cada uno de sus actos”. Reflexionó que como docentes “debemos reconocer en cada alumno un factor de cambio y por lo tanto asumir la responsabilidad que tenemos sobre esa formación y transformación” finalizó la profesora.