Pensando y planificando con armonía el territorio: Premio Nacional de Arquitectura 2019 cierra ciclo de conversatorios

‘Construir la esperanza en tiempos de Covid 19’ es el ciclo de conversatorio que finalizó con la sesión titulada Pensando y planificando con armonía el territorio, bajada temática que se abordó por un amplio panel que fue encabezado por Miguel Lawner, Premio Nacional de Arquitectura 2019.

La instancia organizada por la Escuela de Arquitectura y Paisaje de la Universidad Central con la colaboración de la plataforma COMA Education, desde su primer capítulo desarrolló distintos tópicos asociados a la vivienda social y campamentos, con especial énfasis en el caso del campamento Nueva Cordillera, ubicado en la comuna de Puente Alto.

Además, participaron en el diálogo los invitados regulares Uwe Rohwedder, director de las carreras Arquitectura y Arquitectura del Paisaje y Vanessa Visitación, estudiante centralina y coordinadora de ayuda al Campamento Nueva Cordillera; a ellos se sumaron: Orlando Sepúlveda, docente de la carrera Arquitectura UCEN; Alicia Alarcón, arquitecta del Ministerio de Obras Públicas, Alejandro Torres, docente de la Escuela de Ingeniería y la directiva del Centro de Estudiantes de Arquitectura de esta casa de estudios.

El encuentro inició con una editorial de parte de Lawner, quien recordó que desde los inicios de su ejercicio profesional que se remonta a 70 años, “ante la situación de los sin casa, nuestra oficina profesional siempre estuvo al servicio de esta causa, invariablemente hasta el día de hoy”. En esa línea, enumeró una serie de conceptos básicos en relación a los asentamientos de pobladores o tomas de terreno, donde dilucidó en primer lugar “definir si el terreno es de propiedad fiscal o particular” ante esto destacó lo fundamental de generar acuerdos, acceder a asesorías técnicas en instancias como los Serviu para contar con asentamientos que “cumplan con las normas establecidas en la ordenanza y Ley General de Urbanismo y Construcciones, velando por disponer de terrenos destinados a áreas verdes y equipamiento además de un ordenamiento territorial de cada uno de los lotes conforme a todas las normas”. Asimismo, relevó los espacios de encuentro social para la participación colectiva, garantizar el acceso al agua, establecimiento de redes de apoyo entre los vecinos y en lo posible autoabastecimiento con huertos comunitarios.

Luego de las reflexiones de Lawner, se abrió la posibilidad de interacción con el público y la participación de los demás panelistas, donde tomó la palabra el profesor Sepúlveda, quien comentó que “la cuarentena es imposible entenderla en la vivienda social”; asimismo, manifestó la importancia de “integrar la vivienda con aquellos valores de equidad en la localización en el territorio, sea rural o urbano. El ideal sería lograr una visión que replanteara los valores de la integración social, que en lo posible fuese heterogénea en la extensión urbana”. De igual manera, enfatizó que “para pensar y planificar en armonía el territorio, el ideal sería que la acción ordenadora sea interdisciplinaria: sociología, arquitectura, ingeniería, transporte, urbanismo… mirar con una visión muy amplia y no asombrarse si es renovadora”. Culminó su intervención recordando la exhortación que hace a sus estudiantes de Arquitectura “cultivar la asociatividad vecinal de la gente que vive en términos colectivos ¿cómo se reconoce y estimula eso a través del diseño?”.

En tanto Rohwedder señaló que no podemos olvidarnos de “darles vida digna a las personas y si nosotros como Arquitectos tenemos las herramientas para trabajar en ello, es el momento que lo hagamos”. En ese sentido, acentuó que “tenemos que consolidar en las personas el tema de la fraternidad y solidaridad; espero que podamos entregar el conocimiento y llegue allí donde los están necesitando, lo que hace mucho sentido a nuestros estudiantes”.

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