Martes 9 de Abril de 2013
Así al menos lo vaticinan los académicos Enrique Wittwer y Gerónimo Cortés, quienes en el marco del seminario “Energía, un desafío insoslayable: el fin de la era del petróleo”, organizado por la Universidad Central, expusieron diversos escenarios sobre el ingreso del Norteamérica al mercado exportador de petróleo y gas natural.
“Estados Unidos, por sus reservas de petróleo y recientemente de gas, reducirán sus importaciones, específicamente de crudo, y se volverán un productor autosuficiente, lo que tendría un impacto en otros países porque posiblemente la demanda va a ser menor, por lo que el valor del petróleo disminuiría, haciendo el mercado más competitivo para que el resto de los países se beneficien y alcancen estándares de desarrollo”, afirmó Wittwer.
Wittwer agregó que, en el más pesimista de los escenarios, el agotamiento del petróleo como principal fuente de energía para el impulso de la economía podría reflejarse, en el caso de Chile, en los sectores agrícola y exportador, debido a que la geografía nacional impone altos costos de traslado y desplazamiento, los cuáles podrían verse aún más elevados de no implementarse una alternativa a las falencias energéticas que presenta nuestro país.
Chile y la institucionalidad energética
“Se hace imperativo que el Estado comience a jugar un rol protagónico en el mercado energético. Que establezca una nueva institucionalidad que sea capaz de normar, fiscalizar y determinar las barreras de entrada a este negocio. No es posible que en Chile tengamos un costo de energía de 240 dólares megawatt, siendo que Suiza tiene uno de 200 dólares”, expresó Cortés.
Así de categórica fue la exposición del experto en energía Gerónimo Cortés, quien hizo un llamado a los legisladores chilenos y al Estado a tomar las políticas públicas de energía en forma seria, responsable con perspectivas de futuro, porque de lo contrario el escenario no se prevee auspicioso para que Chile alcance el desarrollo.
También agregó que es fundamental que existan normativas que apunten a respetar la institucionalidad en la generación de proyectos energéticos, ya sean hídricos o termoeléctricos, a fin de terminar con la dependencia energética y las limitantes para los diversos sectores productivos de nuestro país.