Un niño tiene la capacidad de colorear aun los días mas grises. No pintemos su mundo, solo démosle los colores para que él llegue a pintar su propio mundo.
El mundo ha cambiado. Hoy más que nunca, la tarea de educar es la base de un futuro , que por lo incierto, es aun mas desafiante y complejo.
Por eso ser Educador/a de Párvulos hoy es un desafío especial, pero también una gran oportunidad. Oportunidad para aprender de nuestros niños y revitalizarnos como seres humanos. Oportunidad para ayudarles a construir su camino como futuro ciudadano del mundo.
Ellos, nuestros niños, son los sabios de las cosas simples pero profundas. Son los que por sus pocos años sienten, piensan y actúan uniendo, como un puente, el cielo con la tierra. Siempre me ha parecido que la niñez es una etapa de vida maravillosa y mágica:
-Los niños son seres recién conociendo el mundo, pero capaces de enseñar más que cualquier adulto.
-Los niños son seres recién aprendiendo a expresar las primeras palabras, pero dicen todo con sus ojos y sus abrazos.
-Los niños son seres individualistas, pero capaces de dialogar con cualquier niño del mundo.
-Los niños son seres que aún no “piensan lógicamente “ pero son capaces de hacernos las preguntas más increíbles.
-Los niños son seres que aún no saben decir “te amo”, pero son capaces de expresarlo desde donde más importa: desde el corazón.
-Los niños no saben aún de “valores ni moral”, pero son capaces de enseñarnos lo que realmente eso significa en sus actos puros e inocentes.
Nuestros niños son el futuro del mundo, son los que orientarán el sentido que este tendrá. Pero atención, ese futuro ser se está formando desde que nace, en cada momento del día y en cada lugar en que están viviendo sus primeros años. Se está formando hoy, ahora, en cada hogar, en cada sala cuna, en cada jardín infantil. Todo lo que hagamos hoy para acompañar a nuestros niños en su caminar en este periodo de vida estamos ayudando a regalarnos como sociedad, como país, el mejor obsequio que podríamos darnos: construir el mejor futuro para nuestra nación. Porque ellos será la base de ese mundo.
Aprender es un acto de complicidad significativa y trascendente entre el educador/a y sus niños. Cada día cada uno de nosotros/as les está enseñando algo, pero no con la planificación y las experiencias que en ella se indican de la tarea educativa a realizar. No, es aun mucho mas simple y directo, mas espontaneo que eso… y por ello mas significativo y trascendente también.
Cada día, estamos enseñándoles algo a nuestros niños con lo que hacemos y decimos, con nuestra manera de Ser con ellos, con nuestro comportamiento, las acciones, los comentarios, los expresiones de las emociones y por cierto, el amor que en todo ello se refleje:
Cada persona le está entregando, con su ejemplo de vida diaria, un modelo a seguir para que ese niño construya el suyo, el que será la base de su vida futura.
Por eso nunca debemos dejar de preguntarnos: ¿Qué estoy/estamos sembrando en estos pequeños corazones cada día? , ¿que les estoy mostrando desde mi mundo de adulto que le esté aportando a su pequeño mundo pero tan inmenso en su interior?¿Cómo estoy contribuyendo a lo que ellos acogerán y cosecharán para construir y dirigir el mundo del mañana?
Un niño tiene la capacidad de colorear aun los días mas grises. No pintemos su mundo, solo démosle los colores para que él llegue a pintar su propio mundo.
“Feliz día Educadores y Educadoras de Párvulos” ustedes están contribuyendo a construir el futuro del mundo día a día ¡Qué hermosa y trascendente tarea!
Dra. Sonia Fuentes Muñoz, educadora de párvulos, Decana Facultad de Educación y Ciencias Sociales.