Viernes 6 de Diciembre de 2024
La estudiante de cuarto año de la carrera de Contador Auditor de la Facultad de Economía Gobierno y Comunicaciones postuló en agosto a las becas que coordina la Dirección de Relaciones Internacionales y ya prepara su viaje para estudiar seis meses en España.
Isidora Jara tiene 20 años y uno de sus mayores sueños era salir del país a vivir la vida que tanto desea. Llena de miedos, postuló a las becas que entrega nuestra Casa de Estudios y, gracias a su esfuerzo y el apoyo de docentes y de su familia, está pronto a cumplir esa meta que tanto anhela de recorrer el mundo y que la motiva a seguir perfeccionándose y continuar con sus estudios en el extranjero.
Isidora, cuéntanos cómo surgió la idea de postular a esta beca. ¿Hubo alguien que te motivó especialmente?
Desde que entré a la universidad tenía la idea de querer irme de intercambio. Sabía que existía la posibilidad, pero todos los años lo dejaba pendiente. Este año, durante una presentación de los directores, escuché al profesor Francisco Castañeda. En ese momento pensé: “Es mi última oportunidad, ya que termino la carrera el próximo año”. Me decidí, hablé con el profesor y empezamos a revisar las opciones de becas.
¿Cómo fue el proceso de elegir entre las becas disponibles?
Había dos becas. Una requería reunir todos los documentos en una semana, lo que era imposible para mí. La otra, la Beca UAM, estuvo disponible durante todo agosto. Pasé casi el mes entero pensándolo, considerando mi familia, mi pareja, mis amigos. Finalmente, en la última semana me decidí y fui corriendo a hablar con el profesor, quien me apoyó totalmente.
¿Cuál era la diferencia principal entre estas becas?
La Beca UAM está diseñada específicamente para estudiar en la Universidad Autónoma de Madrid, mientras que la otra te daba los pasajes y permitía elegir la universidad y el destino. Aunque esta última era más flexible, terminé eligiendo la UAM porque se ajustaba mejor a mis necesidades y el tiempo disponible.
¿Qué te motivó a postular a esta experiencia?
Mi principal motivación fue una prima que estudió Ingeniería Comercial en otra universidad y vivió una experiencia de intercambio en España. Ver cómo disfrutó esa etapa, estudiando y viajando, me hizo pensar: “Si ella pudo, yo también puedo”. Además, mi carrera me ofrece independencia laboral, lo que encajaba perfectamente con mi deseo de explorar el mundo.
¿Qué rol jugó la universidad en este proceso?
La universidad tiene un área de Relaciones Internacionales que guía a los estudiantes en todo momento. Además, los profesores, como Francisco Castañeda, fueron un gran apoyo para gestionar los requisitos, como cartas de recomendación y actividades extracurriculares.
¿Qué expectativas tienes de esta experiencia? ¿Qué es lo que más te genera ansiedad?
Lo que más me inquieta es la adaptación: conocer gente nueva, aprender a moverme en una ciudad con un sistema de transporte distinto y generar nuevos lazos. También me preocupa dejar a mi grupo de amigos y a mi familia, con quienes tengo una relación muy cercana. Sin embargo, lo veo como una oportunidad para demostrarme a mí misma de lo que soy capaz.
¿Cómo te estás preparando para este cambio?
Estoy organizando rifas, lavando autos y aprovechando las ayudantías y tutorías para reunir dinero. También he estado buscando alojamiento con otros estudiantes que van al mismo programa. Mi cumpleaños será el 3 de diciembre, así que estoy planeando celebrarlo como una despedida con mi familia y amigos.
Finalmente, ¿qué consejo les darías a otros estudiantes que estén considerando postular a un intercambio?
Que no le tengan miedo a atrasarse o a los desafíos que implica. La experiencia lo vale completamente. Si algo no funciona, siempre hay más oportunidades. Lo importante es atreverse y no dudar.