Martes 25 de Junio de 2024
El artículo del investigador Ignacio Schiappacasse y titulado "Conflictos sociales por el uso de recursos hídricos en Chile: el papel de los movimientos sociales y el poder empresarial", explora la dinámica entre las comunidades locales y las élites económicas en la lucha por el acceso a los recursos hídricos.
El investigador y académico de la Facultad de Economía, Gobierno y Comunicaciones, Ignacio Schiappacasse, arroja luz sobre los conflictos sociales en Chile relacionados con el uso de agua. El artículo, titulado "Conflictos sociales por el uso de recursos hídricos en Chile: el papel de los movimientos sociales y el poder empresarial", explora la dinámica entre las comunidades locales y las élites económicas en la lucha por el acceso al agua.
El estudio, escrito junto a sus colegas Patricio Segura, de la Corporación Privada para el Desarrollo de Aysén (CODESA); y Joaquín Rozas, de la Universidad Pompeu Fabra, y publicado la semana pasada en la revista académica Oxford Development Studies, del Departamento de Desarrollo Internacional de la Universidad de Oxford, propone un marco teórico que busca cerrar la brecha entre la literatura sobre movimientos sociales y los estudios académicos sobre la política empresarial. A través de este enfoque, los investigadores examinan dos casos emblemáticos de conflictos por el agua en Chile.
El primer caso se centra en Petorca, una región del centro de Chile donde la producción intensiva de palta ha dejado a la comunidad rural sin acceso adecuado al agua. Los grandes productores han acaparado los recursos hídricos, generando una crisis de agua para los habitantes locales. Este conflicto ejemplifica cómo las prácticas empresariales pueden impactar negativamente a las comunidades rurales, exacerbando las desigualdades en el acceso a recursos esenciales.
Mientras, el segundo caso se desarrolla en Aysén, donde la comunidad local se movilizó con éxito para detener un mega-proyecto hidroeléctrico. Esta victoria destaca la capacidad de las comunidades para desafiar los intereses empresariales cuando logran organizarse y formar alianzas estratégicas, y demuestra que es posible proteger los recursos naturales y la autonomía local frente a proyectos que amenazan el medio ambiente y el modo de vida de las comunidades.
El estudio identifica tres condiciones clave para que las comunidades locales prevalezcan en estos conflictos: Formación de una coalición amplia y contingente: La capacidad de unir a diversos grupos y actores es fundamental para fortalecer el movimiento y presentar una resistencia cohesiva. Elaboración de marcos de acción colectiva: Es esencial desarrollar narrativas y estrategias que movilicen a nuevas bases de apoyo, creando un sentido de urgencia y propósito compartido. Y, finalmente la forja de alianzas con actores de élite: Establecer conexiones con individuos y grupos influyentes puede amplificar la voz del movimiento y aumentar su capacidad de influencia y acción.
Puedes revisar el estudio acá.