Lunes 16 de Diciembre de 2024
En la ocasión participaron diversos expositores que entregaron sus ideas e invitaron a reflexionar sobre los hechos de violencia que han afectado a ambos países y cómo podemos aprender de ellos para no volver a repetirlos.
El miércoles 11 de diciembre se llevó a cabo, en la sección bibliotecaria “Window on Korea”, el conversatorio “Violencia y memoria: Derechos Humanos en Corea del Norte y Chile. Una aproximación comparada”, organizado por la embajada de Corea en Chile, el Centro de Estudios Comparados de Corea (CECorea) de FEGOC y el programa de Ddoctorado en Derecho de la Universida Central.
El evento abordó la situación de los derechos humanos en Corea del Norte y Chile desde una perspectiva comparativa, contando con exposiciones de Bernardita González Lustig, investigadora de CECorea y doctoranda de cuarto año, quien analizó la respuesta surcoreana frente a las violaciones en el régimen norcoreano; Edgardo Riveros Marín, académico y exsubsecretario de Relaciones Exteriores, quien reflexionó sobre el impacto de las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura chilena; y el Dr. Jorge Ulloa Plaza, académico de la Facultad de Derecho y Humanidades (FACDEH), quien examinó cómo la iconografía de la violencia afecta la memoria y el derecho a la misma.
La jornada incluyó reflexiones profundas sobre el rol de la memoria como herramienta de aprendizaje y prevención. En sus palabras de bienvenida, el Dr. Patricio Silva, presidente de la Honorable Junta Directiva de la UCEN, destacó: “La memoria nos debe acompañar siempre. Si uno se olvida, está condenado a repetir hechos que uno no quisiera repetir. Las universidades tenemos una responsabilidad irrenunciable: ser la conciencia crítica de la sociedad mediante el análisis crítico y el diálogo reflexivo”.
Por su parte, el Ministro Consejero de la Embajada de Corea en Chile, Hwang Jung-han, subrayó la importancia de los derechos humanos como un tema global: “Los derechos humanos de los norcoreanos no son los derechos humanos de otros, son los derechos humanos de mi familia y parientes. Este año se cumplen 10 años desde la Comisión de Investigación de la ONU que documenta violaciones graves en Corea del Norte, y aunque los desafíos persisten, una acción internacional unificada es esencial para avanzar hacia un futuro basado en la libertad y los derechos humanos”.
Este encuentro no solo fomentó la reflexión sobre experiencias traumáticas del pasado, sino que subrayó la necesidad de aprender de ellas para construir un futuro más justo y respetuoso de los derechos fundamentales. Una invitación a la comunidad académica y al público general a seguir reflexionando sobre el impacto de la violencia y la memoria en nuestras sociedades.