Martes 26 de Mayo de 2015
Representantes del cooperativismo de Chile y el extranjero se dieron cita en el Aula Magna de la Universidad Central, para avanzar en torno a construir una economía social y productiva más humana.
Dirigentes de España, Brasil, Honduras, Ecuador, Perú, Uruguay, Colombia y Chile tuvieron la oportunidad de exponer las realidades y experiencias del mundo cooperativo en sus respectivos países y participar en interesantes paneles que contaron con la presencia del diputado Rodrigo González; el jefe de la División de Asociatividad y Economía Social (DAES) del Ministerio de Economía, Mario Radrigán; y el director Ejecutivo del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), Octavio Sotomayor.
En ese contexto, el ex presidente de la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (CEPES), Marcos de Castro, recordó que las prioridades de este sistema consisten en trabajar en otro modelo de sociedad, poniendo a la persona antes que al capital.
“La banca ética dice: ´que tu dinero esté donde están las preocupaciones sociales´”, dijo el español.
Posteriormente se sucedieron una serie de paneles cuyo objetivo central era debatir en torno al rumbo de Chile en relación con los desafíos y perspectivas del cooperativismo y la economía social. En ese contexto, el jefe de la División de Asociatividad y Economía Social (DAES) del Ministerio de Economía, Mario Radrigán, destacó que “hacía muchos años que no había una política pública que sistematizara el accionar de las cooperativas”, aludiendo a las iniciativas del actual Gobierno.
En esa línea se refirió a la necesidad de fortalecer una red de fomento para la economía social que, según dijo, no es solo una tarea del Ministerio de Economía sino que de todo el sector público. “No podemos hablar del fomento de una política pública sin conversar con el Ministerio que corresponda: Vivienda, Salud, Agricultura, Educación, Trabajo…el principal desafío es trabajar de manera colectiva”, enfatizó el jefe de la DAES.
Radrigán abordó la necesidad de avanzar en un “estatuto de la economía social, que dé a las cooperativas visibilidad y certeza en el ámbito de políticas públicas”, en sectores tan relevantes como trabajo, agua potable, energía y electricidad, agroalimentario, comercio, vivienda o servicios.
“En una sociedad que está formada por valores de competitividad, queremos transformar la economía en algo más justo y equitativo de verdad, solidario y capaz de crear puentes”, finalizó.