Lunes 29 de Julio de 2024
Mañana lunes 29 antes de la medianoche vence el plazo para inscribir a los candidatos/as que competirán en las elecciones del 26 y 27 de octubre próximo para elegir alcaldes, concejales en 350 comunas y gobernadores y consejeros regionales en 16 regiones. Varios de los candidatos que se inscribirán ese día serán (como ha venido ocurriendo en las últimas elecciones) independientes.
Según el SERVEL más de 3.000 personas solicitaron al organismo la posibilidad de recolectar patrocinios para inscribir candidaturas. Esta es una de las cifras más altas en las últimas décadas. Varios estudios están mostrando que la electividad de candidatos independientes.
Esta propensión seria tributaria del creciente apoyo a candidaturas independientes en detrimento de los militantes de partidos políticos. Esta tendencia no es fortuita; responde a un cúmulo de factores que han confluido para reconfigurar las preferencias del electorado y poner en evidencia un descontento profundo con el sistema político vigente.
Los sentimientos negativos hacia la política y el descontento con ella son algo ampliamente extendido. Diversos estudios confirman el distanciamiento y desafección de la gente con la política y sus instituciones. Al hablar de descontento este generalmente se asocia con la figura del político que aparece como desconectado de las urgencias sociales.
Sin embargo, esta decepción va más allá de los políticos trasladándose cada vez al conjunto del sistema. Lo anterior se expresa además en una serie de sentimientos acerca de un sistema que la gente percibe como fracturado o roto como lo describimos en este espacio hace algunas semanas. El sujeto de este colapso son los representantes y los partidos. Estos serían los responsables del modo actual en que funciona la política.
Resulta razonable preguntarse entonces ¿por qué las candidaturas de independientes han ido ganando terreno en la opinión pública en detrimento de los candidatos de partidos políticos? De lo que sabemos esta está impulsada por una combinación de desconfianza en los partidos políticos, una crisis de representación, la búsqueda de autenticidad, renovación y adaptabilidad en la política.
Una de las razones de mayor peso detrás de este cambio es la desconfianza en los partidos políticos. Escándalos de corrupción, estilos y prácticas internas, percepción generalizada de que priorizan sus intereses, creciente gubernamentalización que terminan no representando adecuadamente a la ciudadanía, contribuyen a un ambiente de desencanto y desafección política. En este contexto, los candidatos independientes emergen como figuras de cambio, prometiendo representar fielmente las demandas ciudadanas y ofreciendo una ruptura con el statu quo.
El cambio en las reglas electorales también ha contribuido a incrementar las candidaturas de independientes. La barrera de entrada del 0,5% del padrón que votó en la última elección es una cifra más bien baja. En muchas comunas basta con 200 firmas y patrocinios en línea en el SERVEL vía clave única.
Finalmente, factores socioculturales y generacionales han desempeñado un papel importante. Las nuevas generaciones, especialmente los jóvenes, muestran una mayor disposición a cuestionar las estructuras tradicionales y a buscar alternativas innovadoras. El empoderamiento ciudadano y una conciencia política más activa han llevado a una preferencia por formas de representación más directas y menos institucionalizadas.
Sin embargo, el aumento del independentismo genera otros problemas. Primero, esta tendencia profundiza la actual fragmentación al dificultar la formación de mayorías estables que tienen efecto sobre la gobernabilidad. Además, los candidatos independientes a menudo carecen de un marco ideológico claro, lo que puede llevar a políticas menos predecibles y potencialmente incoherentes.
También están menos expuestos al escrutinio en términos de financiamiento y transparencia, aumentando los riesgos de corrupción e influencia indebida. Sin el respaldo estructural de un partido, podrían encontrar dificultades para implementar programas y políticas de manera efectiva. Además, su falta de apoyo partidario los hace más vulnerables a las presiones de grupos de interés específicos. Finalmente, la menor influencia de los partidos en la formación y desarrollo de líderes políticos podría impactar negativamente la renovación generacional y el desarrollo de futuros líderes políticos.
Es necesario examinar en profundidad esta relación amor-odio que tienen las personas con la política y que entre otras cosas se expresa en la preferencia creciente por candidaturas de independientes. Nos preguntamos que debiéramos hacer: ¿mejoramos los sistemas de representación y tratamos de conseguir mejores políticos?, ¿profundizamos la democracia con más participación? ¿recurrimos a independientes que puedan ser neutrales y eficaces? Por ahora más alternativas que caminos para transitar.
La relación ambivalente que las personas mantienen con la política, marcada por un amor por su potencial de cambio y un rechazo debido a la corrupción, ineficacia y partidismo de los políticos, ha llevado a un creciente interés en los candidatos independientes.
Estos candidatos ofrecen una nueva esperanza de hacer política de manera diferente, prometiendo una mayor autenticidad y una conexión más directa con los intereses de los votantes, sin las ataduras del partidismo que a menudo paraliza la acción política. Al no estar afiliados a los partidos tradicionales, los independientes aparecen como agentes de cambio que podrían revitalizar un sistema visto como corrupto o desconectado de las necesidades reales de la población.
Este movimiento hacia los candidatos independientes refleja un deseo profundo de reformar y mejorar la representación y eficacia política, a pesar de los posibles riesgos de fragmentación y la falta de coherencia en la gestión de políticas que esta tendencia podría conllevar. Ante este escenario, es crucial que los partidos políticos estén alertas y consideren adaptaciones serias en sus estrategias y prácticas para mantener su relevancia y efectividad en un escenario político en rápida evolución.
Originalmente publicada en The Clinic.