Viernes 20 de Octubre de 2023
En conversatorio con distintos expertos, se abordó la relevancia de adaptar los métodos de enseñanza ante la IA y los retos que tiene la docencia.
Los desafíos y también las ventajas que tiene la Inteligencia Artificial fueron temas que se analizaron en el conversatorio "Educación 4.0: IA para el futuro educativo”, realizado este y que puso de manifiesto la relevancia de adaptar los métodos de enseñanza a las nuevas tecnologías y la presencia creciente del fenómeno digital.
Con la participación de destacados expositores, la conversación fue moderada por Felipe Guevara, subdirector de I+D+i, quien enfatizó el papel de los algoritmos y comparó cómo se han convertido en una herramienta que casi imita a especialistas: “Hoy, con la tecnología, simulamos a esa persona experta mediante algoritmos mediante estas famosas inteligencias artificiales".
Por su parte, Pamela Riquelme, directora de Transformación Digital Educativa, resaltó que la IA ya forma parte de nuestra vida cotidiana. Resaltó que "estamos rodeados de inteligencia artificial" y mencionó ejemplos como el uso de redes sociales, servicios de streaming y aplicaciones de navegación. En ese sentido, apuntó a que “no podemos pensar que la universidad es una caja negra que sucede desasociada de la civilización. Nuestros estudiantes que están aquí, nuestros profesores, viven hoy como ciudadanos. Todos vivimos la inteligencia artificial”.
Añadió que dos grandes retos son enseñar con estas herramientas, y las competencias y responsabilidades que deben tener los docentes ante la IA: “Necesitamos que sea parte de nuestra cotidianeidad. Hoy no es algo del futuro, es algo cotidiano. Incluso con ChatGPT, el acceso es amplio”.
El subdirector de aquella unidad, Claudio Cabello, comentó la importancia de definir la posición en relación con la IA en la educación ya que se debe “conectar con lo que está pasando a nivel global y transmitirlo a nuestros alumnos". Explicó que están haciendo “una investigación de esta herramienta, buscando formas de tener un crescendo de esta tecnología. Así, por ejemplo, tenemos profesores que en las aulas digitales están creando pruebas con bancos de preguntas que son aleatorios a todos los alumnos, y también ir generando situaciones que utilicen reflexión incluso aunque usen estas herramientas como ChatGPT”.
Para Lorayne Finol, académica e investigadora de la Facultad de Derecho y Humanidades, "aunque el fenómeno de la IA puede parecer novedoso, la supervisión humana sigue siendo fundamental en estos procesos". En esa línea, dijo que hay que considerarla una herramienta que “permite superar barreras, pero como está promoviendo finalidades beneficiosas, también genera efectos maliciosos”, y resaltó la importancia de proteger la privacidad y los derechos de los individuos.
“Hay un problema de propiedad intelectual”, afirmó Pablo Conteras, investigador de la Universidad Central y especialista en protección de datos e inteligencia artificial, pues “esto es una batalla que recién comienza (…) Se está entrenando con datos personales que no hemos consentido que usen. Ahí hay una limitación jurídica. La otra es que estos sistemas se están entrenando con obras que han sido creadas por otras personas y que están sujetas a una protección”.
Mientras, Pablo Matamoros, licenciado en Filosofía de la Universidad de Chile y magíster en Estudios Políticos Aplicados, planteó la evolución de los avances: “Cuando era chico tenía la enciclopedia, después apareció la Encarta, después apareció el Wikipedia y uno le va dando más valor a la fuente”. Señaló que no se debe olvidar la discusión del poder de la palabra y la impotencia de entender y “poder generar esa abstracción y ser crítico con respecto a la respuesta”.
Además, el presidente de la Junta Directiva de la Universidad Central, Patricio Silva, reflexionó también y dijo que se debe debatir y pensar en “cómo utilizar esta herramienta que es una más como de las muchas que hemos tenido desde que comenzamos a usar tecnología”.