Viernes 7 de Mayo de 2021
El texto de la abogada centralina Yastin Pinto analiza el sistema residencial chileno: “Existe un factor de riesgo estructural, en el sistema más que en una institución en particular", advirtió la autora.
Felicitando “la valentía” de Yastin Pinto, abogada de la Universidad Central, por atreverse a escribir un texto que “es un aporte para todos los profesionales que trabajamos en el área psicosocial y del Derecho”, especialmente para quienes “compartimos el interés por el área de la infancia”, la directora de la carrera de Trabajo Social, Ana María Galdames, dio inicio a la presentación del libro de Pinto “Derecho de la niñez y sistema residencial: el rol del Estado frente a un factor de riesgo”.
La profesora de Trabajo Social y amiga de la autora, Eleany Perera, fue la encargada de presentar y comentar el texto. “Es la presentación de un libro importante, en un contexto importante. Tiene conexión no solo con las Ciencias Sociales, también con Ciencias Jurídicas”, destacó la académica. “Creo que no hay mejor momento para entregar un libro como este”, comentó, ya que “analiza el sistema residencial chileno, que es un factor de riesgo estructural, que impide el libre ejercicio de los niños, niñas y jóvenes”, a pesar de que “el Estado tiene un rol fundamental de garantizar el Derecho de protección a la niñez”.
“La necesidad de visibilizar la situación de la niñez en Chile va más allá del sensacionalismo”, advirtió Yastin Pinto. Por lo mismo, quiso “presentar datos y conceptualizar ciertos focos psicosociales” en su trabajo que se centra en dos tribunales chilenos: los de menores y los de familia. “Desde el análisis de distintas legislaciones”, destaca que “ocho de cada 10 niños, niñas y adolescentes (NNA), reportan ser castigados por parte del personal” con encierros, contención física, duchas frías, aislamiento social o prohibición a jugar. Al analizar los “efectos psicosociales de NNA en centros residenciales de protección, identificó “violaciones graves y sistemáticas, porque hay altas posibilidades de sufrir algo”.
“Existe en el sistema residencial chileno un factor de riesgo estructural. Independiente de los distintos factores de riesgo que pueden estar en los centros, la legislación no está enfocada en los derechos a la niñez”, explicó Pinto. “Cuando ingresan los NNA al sistema no encontramos en la legislación un catálogo de derechos ni la situación” que debe ser vulnerada para que ingresen a un centro residencial. por lo que queda a criterio y discreción de los jueces. “Cuando se suscita algún tipo de vulneración nace la responsabilidad del Estado para restituir Derechos de infancia y adolescencia, que han sido vulnerados”.
La abogada propuso “poner el foco en la prevención para detectar de manera temprana los riesgos, para evitar que sean separados de sus familias”; la “profesionalización de los intervinientes, que todas las personas que trabajamos en infancia y adolescencia estemos capacitadas en derechos de la infancia; mayor supervisión y coordinación entre distintos factores que forman parte del sistema; legislación con enfoques en derechos de la niñez”. En esa línea, invitó a los asistentes a interiorizarse con el modelo islandés “Barnahus o casa de los niños”, que “trabaja con un punto de vista interdisciplinario, que busca evitar la vulneración. El niño es atendido integralmente: desde la salud física, protección (sistema de bienestar), investigación criminal (fiscalía, jueces y policía) y salud mental”. “No está mal soñar”, confesó.
El libro puede ser adquirido AQUÍ.