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Familia de Hugo Llanos dona su biblioteca personal a la UCEN

A menos de un año de su deceso, sus hijos entregaron más de 400 ejemplares a la Facultad que lo albergó sus últimos 25 años.

400 textos de la biblioteca personal del profesor Hugo Llanos Mansilla fueron donados por sus herederos a la Facultad de Derecho y Humanidades (FACDEH) de la Universidad Central. Los libros ocuparán un lugar especial dentro de la que fuera su casa de estudios por 25 años hasta su deceso en agosto de 2024 y serán presentados en una ceremonia en los próximos meses.

“La colección de libros del profesor Llanos está dotada principalmente de libros que dicen relación con el mundo jurídico y del Derecho Internacional Público, aunque hay también libros de Arte y de otros intereses de Hugo”, explica el Decano de la FACDEH, Rafael Pastor Besoain. “Es un tremendo gesto de la familia y un privilegio, un honor, poder recibir los libros y ponerlos a disposición de la comunidad académica, a los estudiantes, a los profesores, tanto del Doctorado como del pregrado”, destaca. 

La donación de estos libros “es una señal clara de que su corazón definitivamente estuvo y se mantiene con nosotros”, advierte el Decano Pastor.

Su hijo Ignacio siguió los pasos de Hugo y se dedicó al Derecho Internacional. Es Embajador de carrera y es Embajador designado de Chile en Sudáfrica. Consultado por la donación advierte que “fue una decisión muy fácil y natural que tomamos con mis hermanos. La UCEN era su casa y, yo diría, su mundo, con todo el entramado de relaciones personales que construyó en un cuarto de siglo. Fui testigo del inmenso cariño y respeto que mi padre encontró en la UCEN”. 

El también abogado, advierte que su “familia tiene una deuda de gratitud con la Universidad Central”. Desde la entrega de la la Medalla Fundadores y su postulación al Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales. “La Universidad se la jugó por él, a fondo y sin escatimar recursos. Los miembros del equipo de la Universidad se entregaron por completo a ese esfuerzo colectivo. El broche de oro fue la entrega del Doctorado honoris causa el año pasado, en una ceremonia magnífica, que combinó arias de ópera y flamenco y un discurso. Este acto dejó un recuerdo imborrable”, cuenta. 

“Para él era muy importante y un espacio de retiro, cuasi sagrado. Escribió siempre en su biblioteca, donde tenía al alcance de la mano los libros y revistas académicas que consultaba. Era su espacio creativo. Pero la biblioteca no sólo estaba compuesta por libros de Derecho, también los hay de Historia, de Medio Ambiente, de Arte, de religión, de distintos lugares del mundo y muchas novelas de sus autores favoritos”, cuenta el Doctor en Derecho Internacional, Hugo Llanos Mardones.

“En un mundo tan convulsionado como el que estamos viviendo, donde las relaciones internacionales jurídicas, económicas, sociales están tensionadas, don Hugo siempre tenía esta mirada multilateral, de cooperación, que era tan sana. Creo que en estos tiempos especialmente se extraña su moderación, su mesura, su ponderación. Sin duda que lo echamos de menos y nos hace falta”, finaliza el Decano Rafael Pastor.