Miércoles 18 de Junio de 2014
El experto en derecho procesal invitó a las nuevas generaciones a interiorizar en su ejercicio profesional los conceptos de república, libertad y debido proceso
"La imparcialidad judicial" se tituló la clase magistral impartida por el destacado jurista argentino, Doctor Adolfo Alvarado Velloso, en el marco de la inauguración del año académico 2014 en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Central. El Decano, Andrés Naudon; el Director de la Escuela de Derecho, Santiago Hurtado; y el Director del Departamento de Derecho Procesal, Jorge Correa, fueron los anfitriones de la ceremonia.
En la presentación del invitado especial, el Decano destacó el trabajo del Doctor Alvarado Velloso en el desarrollo de la disciplina procesal y judicial, así como su "infatigable preocupación por el hombre y su libertad, refiriéndose siempre a los límites al poder, a la división de funciones, a la igualdad, a la imparcialidad, a los valores republicanos y democráticos y la observancia de los derechos y garantías consagrados en las cartas fundamentales".
Ante un Salón Rojo colmado de estudiantes, docentes e investigadores, el académico trasandino hizo una reflexión profunda sobre el sentido de la imparcialidad judicial en base a la revisión de los principios fundantes de las repúblicas latinoamericanas. En este ámbito, abordó el concepto del debido proceso como una condición esencial para la generación de la imparcialidad judicial.
El jurista destacó la falta de una definición asertiva del mismo por parte de las cortes y cuerpos legales latinoamericanos y se detuvo en el sistema chileno, donde el término aparece sustituido por el de "procedimiento racional y justo". Al respecto, señaló que "el hecho que se haya cambiado el nombre al debido proceso por el de procedimiento racional y justo no le quita su historia. Esto apareció como un límite al poder, no como un sistema de investigación, que es lo que hoy tienen los jueces".
La ponencia del profesor Alvarado Velloso avanzó, de esta forma, hacia una definición del concepto como "un sistema de discusión, dialogante y argumentativo, entre personas que son naturalmente desiguales y que se igualan jurídicamente al efecto del debate gracias a la imparcialidad del juzgador". Por último, en relación a las debilidades conceptuales que obstaculizan el ejercicio de la imparcialidad judicial, hizo un llamado a las actuales generaciones estudiantiles a recoger la reflexión sobre este y otros principios fundamentales, como la vida y la libertad, en el ejercicio profesional.