¿Los colegios profesionales deberían tener colegiatura obligatoria?

Un interesante debate en torno a la posibilidad de que la afiliación a los colegios profesionales sea obligatoria por ley realizó el Instituto de Investigación y Postgrados de la Facultad de Derecho y Humanidades (FACDEH), luego de que el Colegio de Abogados lo planteara en las últimas semanas. Este fue el primero en crearse en 1925 y en la actualidad casi 50 facultades a lo largo del país imparten la carrera de Derecho, con 38 mil estudiantes y cuatro mil juramentos al año. En ese contexto la discusión sobre libertad de asociación cobra especial fuerza.

Tres destacados académicos fueron los encargados de plantear diversos puntos de vista sobre el tema: la profesora de la Universidad de Chile y presidenta de la Asociación Chilena de Derecho Constitucional, Ana María García; el profesor de la Universidad de Los Andes, Dr. Hernán Corral; y la académica de la Universidad Central, Dra. María Angélica Benavides.

La Dra. Benavides fue enfática en la existencia de los derechos de libertad de asociación y libertad de trabajo: “La posibilidad de control para aquellos profesionales que están colegiados, genera ciertas desventajas y disparidades. La constitución tiene una tensión entre estos dos derechos”, advirtió. “El Derecho a la libertad de asociación está íntimamente ligado a la libertad de trabajo; y, en su vertiente del Derecho Internacional (DI), a la libertad de sindicato”, afirmó. En esa línea destacó que “El DI es una mala excusa para la prohibición de una colegiatura obligatoria, ya que este  conoce límites y están dados por los intereses de terceros”. “Sí es indispensable que la constitución garantice, tal como lo está haciendo ahora, una obligación ética de los abogados”, comentó y agregó que “un sometimiento obligatorio por parte de los colegios (sin que implique colegiatura) no discrimina: mismo grupo, mismas funciones, mismos parámetros de fiscalización”.

Por su parte, el profesor Corral advirtió. “El debate es por sobre todos los colegios profesionales. La idea es que la colegiatura va a ser obligatoria en la medida que no se podrá ejercer la profesión de abogado si no se está colegiado (...) aquí veo que se podría violar la libertad de trabajo”. Y agregó: “La libertad de trabajo es la más esencial. Si a uno lo obligan para ejercer una actividad el pertenecer a una asociación, se está limitando esa libertad”. Actualmente “el pretexto o excusa es que hay un descontrol ético de los abogados. Creo que en el fondo la masificación de los abogados es lo que ha permitido este descontrol, como ha pasado en todas las profesiones. Es en las facultades de Derecho donde tenemos que formar a los abogados para que se apeguen a las buenas prácticas”, recalcó. “La vitalidad de los colegios se fomenta justamente en que no sea obligatoria la colegiatura”.

Una opinión completamente contraria planteó la profesora García: “En general los colegios profesionales han sido vigorosos en Chile (...) la declaración del Colegio de Abogados estimo que persigue recuperar el estatus que tenía en la constitución de 1925, retomando el control ético que podía tener sobre todos los abogados no solo colegiados”. Asimismo planteó que “los colegios profesionales no son cualquier asociación, cumplen un fin colectivo” y que “los Derechos de las personas no son absolutos. Pueden estar sujetos a restricciones e incluso a limitaciones”, en esa línea, los que se “vinculan con bienes públicos: salud, justicia, obras de ingeniería, por ejemplo, afectan a toda la comunidad y requieren de eficacia, probidad y control en el ejercicio de la profesión”. Por lo que cree positivo se abra “la posibilidad para que el legislador el día de mañana pueda manifestarse” sobre la materia.

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