Viernes 9 de Junio de 2023
El libro escrito por académicos de la facultad que fue presentado el miércoles pasado analiza temas como los tribunales de drogas, el impacto de la política de Estados Unidos en Latinoamérica, y una mirada desde la perspectiva de género a la materia.
Un análisis y crítica a las estrategias que se han implementado para abordar la problemática de drogas y que apunta, por ejemplo, a las desventajas que ha traído la ley N°20.000, es el foco principal que tiene el libro “De la guerra a los tribunales de drogas: Política criminal e imposición de regímenes hegemónicos" que fue presentado el miércoles pasado en la facultad de Derecho y Humanidades.
La obra fue escrita por dos académicos de la facultad, Silvio Cuneo y Paula Medina, además de contar con la contribución de Nicolás Oxman, director del departamento de Derecho Penal y Procesal Penal de la U. San Sebastián y María José Fernández, quien integra el equipo de la Defensoría de la Niñez.
Cuneo comentó que “es un libro que tiene tres capítulos y que habla de la guerra contra las drogas, partimos hablando sobre qué es esta guerra y cómo nace en Estados Unidos y se impone en Latinoamérica, seguimos hablando luego los tribunales de drogas y por última una perspectiva de género sobre los efectos que genera esta guerra respecto a las mujeres”.
Así, se busca evidenciar la imposición hegemónica de un régimen penal selectivo que, además de encarcelar la pobreza, pone énfasis en el encarcelamiento femenino. En esa línea, invita a abandonar las ideas que ven en el derecho penal un sistema de gestión de la delincuencia y, por lo mismo, entenderlo como un medio de control social y de gestión de la pobreza que castiga selectivamente a supuestos “enemigos” del orden establecido y de la “paz ciudadana”.
Oxman reflexionó que “lo que se trata hacer es una mirada crítica al ejercicio del poder punitivo en un ámbito específico del actual sistema criminal”, analizando “el aumento progresivo de la penalidad de este tipo de delitos; el otorgamiento de facultades excesivamente laxas en el respeto de derechos fundamentales a las policías o a los entes investigadores en general; y escasas garantías procesales”.
De acuerdo con Medina, “la finalidad de analizar este tipo de mecanismo surge también de una idea anterior respecto a la siempre importante necesidad de mirar el ámbito de lo penal y de la implementación de estrategias político criminales con cierta sospecha, dada la relevancia que sabemos tiene el derecho penal en términos de poder punitivo que representa desde el Estado hacia los individuos y la eventual o siempre posible vulneración de garantías fundamentales”.
Por su parte, Fernández, quien escribió sobre la perspectiva de género, señaló que el encarcelamiento femenino “trae repercusiones negativas no solo para las mujeres sino que también para las personas que se encuentran en su cargo ya que en su mayoría se trata de jefas de hogar que tienen hijos y que cumplen el rol de cuidadoras dentro del grupo familiar, por lo mismo el encarcelamiento de las mujeres solo logra empeorar la situación de las personas a su cargo dejando a las personas dependientes en mayor vulnerabilidad”.