Los profesores de Derecho Eduardo Reveco y Edison Calahorrano, participaron como expositores en las XIV Jornadas de Derecho del Consumo, realizadas en la Universidad Autónoma. Este encuentro reunió a especialistas y académicos para reflexionar sobre los desafíos y transformaciones del derecho de consumo en el contexto actual.
En su ponencia titulada "Victorias colectivas pírricas y sentencias de papel. Cuando la ejecución es una quimera", el profesor Eduardo Reveco analizó críticamente la efectividad de las sentencias en juicios colectivos en protección al consumidor. “Las sentencias definitivas que comprometen indemnizaciones o devoluciones cuantiosas se enfrentan a la exigencia de que los consumidores deben comparecer individualmente para hacer valer sus derechos, lo que muchas veces termina convirtiendo estos juicios en ‘victorias pírricas’, carentes de facticidad”, explicó Reveco.
El académico destacó que la principal debilidad radica en que la ejecución automatizada de sentencias colectivas es una facultad discrecional del juez, siempre que determine que el proveedor cuenta con la información necesaria para identificar a los consumidores afectados. De lo contrario, los consumidores deben apersonarse al juicio, lo que genera barreras significativas, como la falta de conocimiento del proceso o de medios probatorios. “Este es un desafío urgente para el derecho de consumo, si se busca que las victorias judiciales sean verdaderamente significativas para los afectados”, enfatizó.
Por su parte, el profesor Edison Calahorrano presentó la ponencia "Si tiene preguntas hable con el robot. ¿Es necesario incorporar un derecho a la atención personal y humana para la implementación de sistemas automatizados de atención al cliente?". En su exposición, abordó los retos éticos y jurídicos de los sistemas automatizados en el servicio al cliente, cuestionando el impacto que tienen en los derechos de los consumidores.
“El avance en la automatización plantea preguntas fundamentales sobre la necesidad de preservar un derecho a la atención personal y humana, especialmente en situaciones que requieren sensibilidad o discrecionalidad en la resolución de conflictos”, señaló Calahorrano. Su análisis subrayó la importancia de equilibrar la eficiencia tecnológica con la garantía de que los consumidores puedan acceder a un trato humano en casos complejos o de especial relevancia.