Martes 13 de Octubre de 2015
El profesor de la Escuela de Derecho de la UCEN, Sergio Fuenzalida, analizó el tema junto al ex intendente de la Novena Región, Francisco Huenchumilla, y el historiador, Leonardo León.
El panel analizó el desarrollo histórico del conflicto y los factores políticos, sociales y culturales que han dificultado el diálogo entre el pueblo mapuche, el Estado y los particulares. En este contexto, el profesor Fuenzalida señaló que el estado actual es resultado de una reivindicación territorial histórica al sur del Bío Bío, de una lucha por la autodeterminación impulsada desde la década de los 80 en el ámbito del derecho internacional y de la falta de una mayor voluntad por parte del Estado chileno en generar avances concretos en la materia. De esta forma, indicó las señales equívocas dadas sucesivamente por los gobiernos, por ejemplo, en relación a la creación de la Comisión de Verdad Histórica y Nuevo Trato conformada por el ex Presidente Ricardo Lagos mientras paralelamente se instaló una fuerte política represiva que fue condenada incluso por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. "Lo que llama la atención es que el Estado de Chile nunca se decide por una política consistente en orden a avanzar en estándares internaciones de derechos humanos", sentenció.
El ex intendente Huenchumilla, en tanto, enfatizó el hecho de que los métodos de represión en la zona no han solucionado nada. "La violencia que se vive en la región de la araucania es un problema político, no es sólo un problema de orden público o de pobreza". Por esta razón, señaló, "hoy dia tenemos un pueblo movilizado y un Estado chileno a la defensiva que no ha podido dar con una solución, dentro del sistema democrático, que excluya la violencia". Esto, a su juicio, ha provocado una falta de credibilidad en el Estado, que al no escuchar a este sector de la población impide generar las confianzas necesarias para -a través de mecanismos democráticos- generar el entendimiento y el diálogo. En este sentido, afirmó que el desconocimiento de la historia y del mundo indígena por parte del Estado y de las clases dirigentes; la inexistencia del tema en la agenda de los partidos políticos y la falta de voluntad para entrar en este problema son algunos de los principales elementos que obstaculizan una solución en La Araucanía.
Por su parte, el historiador Leonardo León planteó la importancia de la apreciación del pueblo mapuche como un conglomerado social para comprender las dificultades asociadas al proceso histórico de acercamientos y entendimiento político. "Esta diversidad se tiende a olvidar con el concepto de pueblo mapuche, sin distinguir las diferencias tribales". La visión homogeneizante del Estado frente a tal heterogeneidad omitiría la diversidad de propósitos e intereses de las distintas secciones al interior del mundo mapuche. Según señaló "ese es un error y un segundo error es pensar que todos los mapuches son iguales", lo que explicaría -en parte- las dificultades para enfrentar el problema.