Lunes 13 de Diciembre de 2021
El profesor Roberto Contreras, de Clínica Jurídica expuso en “Octopus”, organizado por el Consejo de Europa, la ponencia "Inteligencia artificial en el sistema de justicia: Desafíos para un enfoque regulativo de Neuroderechos y Ciberdelincuencia".
El profesor de Clínica Jurídica Roberto Contreras expuso en la conferencia internacional “Octopus”, encuentro de ciberdelincuencia organizado por el Consejo de Europa. Este año se celebró en el marco del 20º Aniversario Convención de Budapest, que es el instrumento internacional que permite la colaboración entre países para combatir los delitos informáticos, suscrita por nuestro país.
El académico de Derecho presentó la ponencia "Inteligencia artificial en el sistema de justicia: Desafíos para un enfoque regulativo de Neuroderechos y Ciberdelincuencia", en la que expuso su visión sobre los procesos investigativos de ciberdelincuencia en Chile, desde un prisma adjetivo-empírico, dada su visión de académico procesalista y como uno de los primeros fiscales especializados en Ciberdelincuencia, conforme a la resolución del Fiscal Nacional del año 2017.
“El fenómeno del cibercrimen no solo extralimita fronteras de cualquier naturaleza, sino que puede generar graves consecuencias a las personas como consumidores de internet o usuarios digitales, y sus derivados como las empresas nacionales o trasnacionales, como al igual -y más gravemente- a intereses tan relevantes como la seguridad nacional o incluso mundial. Hace pocos días, salió publicado un informe de la Policía de Investigaciones de Chile, en el que se revela que el año 2020, nuestro país registró 2 mil millones de ciberataques, 70 por segundo, lo que evidencia la gravedad de esta temática para nuestro país”, explicó el profesor.
“En los últimos treinta años, como hemos visto, la legislación y jurisprudencia nacional e internacional han transitado en la protección de los datos personales y resguardo de la intimidad de la persona humana, desde la definición de un espacio privado de intimidad, hasta la delimitación de su interferencia por las llamadas causas prevalentes de afectación. En cada país se ha ido modelando progresivamente lo estrictamente privado e intocable del ser y aquello que puede trascender de su personalidad hacia lo externo o público, cuestión que es tratada en los protocolos adicionales que refuerzan el Convenio de Budapest”, advirtió el académico en su exposición.
Dentro de la ronda de preguntas, el profesor Contreras recalcó la importancia del derecho penal en el ámbito regulativo de la ciberdelincuencia, advirtiendo que “resulta relevante re-concebir problemas de dogmática penal tradicional, como la autoría mediata con apoyo de la neurotecnología para la comisión de delitos; o bien establecer un sistema propio de agravantes de responsabilidad penal, basado por ejemplo en sesgos de algoritmos, que propicien la configuración de ilícitos con menoscabo manifiesto en la naturaleza humana, o afectando gravemente la identidad neuronal".