Jueves 30 de Agosto de 2018
Caracterizados con la clásica tenida y maquillaje a blanco y negro de los mimos, los intérpretes pertenecientes a la Compañía Experimental de Pantomima, hicieron gala de sus dotes artísticos ante una audiencia que interactuó en el inicio de la rutina.
Tres mimos, los acordes de una guitarra y los árboles que rodean la antigua pérgola -hoy el Café Literario- del edificio Vicente Kovacevic I, fueron el ambiente propicio que sirvió de escenario para que estudiantes y funcionarios de la comunidad universitaria, disfrutaran de un cuadro clásico de pantomima, en remembranza al trabajo artístico que Víctor Jara desarrolló en la década del 50 en el seno de este arte silencioso.
Partieron con una rutina distendida, donde la interacción con los estudiantes fue el gancho para lograr sus risas y captar la atención requerida para la muestra central: se trató de una pieza de ribetes poéticos con alto contenido ecologista y una mirada social, exhibida al aire libre a través de un lenguaje gestual que mezcló intrincados movimientos de brazos, manos y piernas con marcadas expresiones del rostro, de una forma rítmica y coordinada entre un artista y otro. Misma intervención mímica se repitió en los espacios del Vicente Kovacevic II y Gonzalo Hernández Uribe, ante la mirada de los estudiantes que hacen vida universitaria en dichos campus.
A propósito de la muestra escénica, uno de los artistas comentó que “a través de estas exhibiciones recreamos pequeñas historias, en este caso el relato tiene que ver con la naturaleza, como nace, crece y se desarrolla un árbol y cómo reacciona ante la intervención dañina de los humanos. Buscamos dejar un mensaje sublime: nuestras pantomimas siempre van cargadas de contenido, más allá de simplemente entretener y, es así como se relaciona a Victo Jara, un hombre con profundo respeto a la vida, además que esta pieza fue parte del repertorio de la compañía de mimos Noisvander, a la cual él perteneció”.
Este panorama que brindó la Universidad Central conjuntamente con la Fundación Víctor Jara, fue ejecutado por la Compañía Experimental de Pantomima, en el marco de la semana en homenaje al cantautor nacional. La instancia, representó parte del legado menos conocido de Jara, quien contaba con una formación escénica en la pantomima, habiendo sido parte de la compañía de mimos Noisvander en el año 1955.