José Maza es uno de los grandes astrónomos del país y del mundo, su especialidad son las supernovas, o aquellas estrellas que, al final de su vida, se destruyen en un gran estallido que produce luz, liberación de partículas y arrastre de polvo y gas interestelar.
En 2011, su nombre fue mencionado mientras se dirimía quién obtendría el Premio Nobel de Física, que, finalmente, fue entregado a un equipo de investigadores norteamericanos, que logró probar que el universo se expandía cada vez más rápido, contradiciendo todo lo anteriormente planteado. Pero ese hallazgo no hubiera sido posible sin la invención de una técnica para medir las distancias en el universo descubierta por el doctor Maza y su colega Mario Hamuy, entre el cerro Calán y el Tololo, tras estudiar 50 supernovas. Pese a ello, no tampoco fueron considerados cuando se entregó el galardón, lo que generó una controversia en el ambiente científico que dio hasta para un libro (El 4% del universo: Materia oscura, energía oscura y la carrera por descubrir el resto de la realidad, de Richard Panek, periodista del New York Times). Adam Riess, uno de los ganadores del Nobel, había conseguido, en 1994, que el doctor Hamuy le prestara los datos de su investigación, bajo la condición de esperar a que el equipo chileno hiciera la primera publicación científica. Pero Riess consiguió publicar primero en el Astrophyisical Journal Letters, mientras que los chilenos apostaron por el Astronomical Journal, cuya investigación fue publicada con posterioridad. De esta manera, para no pocos en el mundo de la astronomía, los profesores Maza y Hamuy perdieron un Nobel que mercían.
A pesar de la controversia, el doctor Maza se mantiene alejado de la polémica y sigue preocupado de sus investigaciones, además de la docencia, uno de los principales motores de su vida profesional.
Este tercer encuentro del ciclo se llevará a cabo en el Auditorio I, del campus Vicente Kovacevic II, ubicado en Santa Isabel 1278, Santiago. Entrada liberada.