Lunes 24 de Noviembre de 2014
La medalla Fundadores fue entregada a la académica centralina y premio Nacional de Derechos Humanos 2014 María Soledad Cisternas.
Como es tradicional, tuvieron lugar las intervenciones del presidente de la Honorable Junta Directiva, Ricardo Napadensky Bauzá, y del rector y profesor Rafael Rosell Aiquel, quienes resaltaron los avances y desafíos que presenta la casa de estudios en el futuro, haciendo hincapié en los exitosos procesos de acreditación de carreras, el rediseño curricular de las carreras, la proyección de la internacionalización del plantel, así como la democratización y participación de la comunidad universitaria con vistas a la consolidación del modelo de gobierno y del proyecto educativo que rige la casa de estudios, entre otros.
El momento más emotivo de la celebración fue la entrega de la medalla Fundadores, distinción que se concede a personas que reúnan los valores del sello institucional, y que en esta oportunidad recayó en la académica de la Central y premio nacional de Derechos Humanos 2014, profesora María Soledad Cisternas. La también presidenta del Comité para Personas con Discapacidad de Naciones Unidas agradeció a la comunidad universitaria este reconocimiento valorando el trabajo realizado a lo largo de estos años que han posicionado a la Central como una institución de educación superior comprometida con el desarrollo de Chile.
En las palabras inaugurales el presidente de la Honorable Junta Directiva, Ricardo Napadensky, realizó un balance del devenir de la U. Central durante los últimos 3 años, dentro de los cuales destacó la no venta del plantel al grupo de inversiones Norte Sur, convirtiendo el hecho en una consigna e hito en la batalla contra el lucro en la educación nacional, recalcando que “tuvimos que enfrentar con decisión y convicción, la demanda arbitral de Norte Sur, que pretendían gravar a nuestra universidad con una cuantiosa multa pecuniaria que amenazaba con desestabilizar las finanzas de la corporación. Convencidos de la justicia de nuestra posición y después de haber perdido la instancia arbitral, repusimos con éxito nuestra queja, la que fue finalmente acogida por las más altas instancias del Poder Judicial”.
Por su parte, el rector Rosell destacó la participación y representatividad de los estamentos centralinos reflejado en el trabajo de los claustros y cuyas propuestas fueron presentadas este año a la Mesa Protocolar de Claustro. A juicio de la autoridad “el objetivo de estos claustros era obtener un diagnóstico que nos permitiera conocer lo que somos, reconocernos para mejorar, perfeccionarnos y avanzar hacia la construcción de la universidad que soñamos y que tenemos la certeza que llegaremos a ser. Fue esa comunidad académica viva e inclusiva, la que mediante su aporte institucional, fortalece nuestra misión y proyecta nuestro rol como Universidad en un proyecto reconocido por los pares evaluadores de la CNA que nos visitaron hace algunas semanas como una de nuestras fortalezas: El proyecto institucional se desarrolla con un claro espíritu académico y ético, con la finalidad de apoyar el desarrollo del país”, enfatizó el rector de la Central.
Al cierre de su discurso la autoridad académica expresó que “cuando estamos cumpliendo treinta y dos años, no sólo queremos ser parte de la reforma educacional, sino que la universidad tiene la obligación de ser protagonistas de ella, es el sello centralino. No pensar en esto, conlleva a seguir profundizando la brecha de desigualdad que tenemos en nuestro país y que constituye como sociedad nuestro principal desafío. Debemos estar orgullosos de lo que hemos logrado, hemos avanzado en todos los frentes en estos años de vida, y estamos convencidos que nos hemos ganado el derecho a ser, como universidad, un referente de la transformación que vive nuestro país”, concluyó.