La instancia permitió generar un levantamiento fundado de las principales fortalezas y debilidades del quehacer institucional.
El viernes 16 de octubre, las comisiones de autoevaluación del proceso de acreditación institucional 2021 culminaron su trabajo de análisis y revisión de la información. Esta autoevaluación estuvo dedicada a diagnosticar los procesos académicos, de gestión y de vinculación con el medio con que cuenta la universidad y a levantar fortalezas y debilidades en esas áreas. Además, algunas de las comisiones se enfocaron en el análisis de las tareas de investigación y aseguramiento interno de la calidad, de manera de complementar y profundizar en la evaluación integral de la universidad.
En total, fueron más de 85 personas entre académicas/os, estudiantes, directivos/as y funcionarias/os, quienes participaron activamente del trabajo de las distintas comisiones. Este trabajo, que fue ejecutado con el apoyo de la Dirección de Aseguramiento de la Calidad y supervisado por el Consejo de Acreditación Institucional, permitió generar como producto un levantamiento fundado de las principales fortalezas y debilidades del quehacer institucional, así como de las acciones que deberá ejecutar la universidad en los próximos años para abordar los desafíos que impone el crecimiento institucional así como la complejización del sistema de educación superior chileno.
“En las próximas semanas, el equipo ejecutivo del proceso, a partir del aporte generado por las comisiones así como de la información disponible en los sistemas de la universidad, elaborará un primer borrador del informe de autoevaluación, que constituirá la base de la presentación que se hará a la CNA en mayo de 2021 para someterse a un nuevo proceso de acreditación institucional”, explicó Thomas Griggs, director de Aseguramiento de la Calidad.