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Recomendaciones si estás en un tratamiento farmacológico de salud mental

Ps. Suilan Chia Covarrubias

Los psicofármacos son sustancias químicas que actúan sobre el sistema nervioso central y que se usan para el tratamiento de los trastornos de la salud mental, incidiendo en los procesos mentales, emocionales y en la actividad psíquica. Estos, tienen el objetivo de reducir y aliviar los síntomas, mejorar la evolución de la enfermedad y ayudar a restablecer el nivel de funcionamiento habitual. En algunas patologías la duración del fármaco varía, donde, en la mayoría de los casos, es por un periodo de tiempo y en otras patologías son para toda la vida. Sin tratamiento, la evolución de la enfermedad es desfavorable con episodios cada vez más frecuentes y severos lo cual lleva a graves consecuencias familiares, laborales y sociales.

A continuación te dejamos algunas recomendaciones importantes a tener en cuenta si te encuentras en un tratamiento farmacológico: 

  • Psicoeducación: Es crucial entender la enfermedad, incluyendo síntomas, causas, tratamientos, pronóstico y prevención de recaídas. Consulta con tu médico para obtener información detallada sobre tu tratamiento y qué esperar de él. Tienes el derecho de pedir esta información a tu médico.
  • Controles médicos regulares: Asistir a citas médicas regularmente permite ajustar dosis y monitorear la evolución del tratamiento. Algunas condiciones pueden requerir exámenes periódicos para evaluar la respuesta al medicamento.
  • Cumplimiento adecuado del tratamiento prescrito: Tomar los medicamentos según lo prescrito es crucial para evitar recaídas. Usa pastilleros o alarmas para recordar las dosis y asegúrate de tener suficiente medicación.
  • Conocer los efectos adversos de los fármacos y aprender qué hacer: Los medicamentos pueden asociarse a efectos adversos o no deseados, por lo cual es relevante conversar de ellos con el médico. Esto permite manejarlos a tiempo y de la mejor manera, evitando así suspender los medicamentos y consecuentemente una recaída. 
  • Conocimiento de efectos adversos: Familiarízate con posibles efectos secundarios y discútelos con tu médico para manejarlos efectivamente sin interrumpir el tratamiento.
  • No suspender tratamiento sin indicación médica: Esto debe hacerse gradualmente bajo supervisión médica, ya que la interrupción abrupta puede ser perjudicial (alto riesgo de recaída, resistencia al fármaco, evolución desfavorable). 
  • Complementar con tratamiento psicológico: potencia los efectos de los psicofármacos y reduce el riesgo de recaída.
  • Adquisición de medicamentos en lugares autorizados: Evita comprar medicamentos en comercios ilegales para garantizar su calidad y evitar riesgos para la salud. Deben ser adquiridos en farmacias o medios autorizados por el ISP. Si eres FONASA, puedes usar el buscador de medicamentos.
  • Evitar la automedicación y el consumo de alcohol y drogas: Consulta siempre con un profesional de la salud antes de hacer cambios en tu tratamiento o estilo de vida.
  • Mantener hábitos de vida saludables: Cuidar el sueño, la alimentación y realizar actividad física puede mejorar la respuesta al tratamiento y reducir la ansiedad.
  • Involucrar a redes de apoyo: Familiares y amigos pueden colaborar en recordar citas médicas y apoyar en la adherencia al tratamiento.

Por ello es importante conocer sobre su enfermedad, comunicarse con sus médicos tratantes y llevar el tratamiento farmacológico con las recomendaciones señaladas, para manejar de manera más efectiva el diagnóstico.