
Martes 8 de Abril de 2025
El estudiante de Publicidad está cursando un semestre en la Universidad de Sevilla y, a la vez, jugando básquetbol, tal y como en la UCEN. En esta entrevista nos habla de su rutina, cómo llegó al equipo y cómo es la vida nocturna en Andalucía.
Matías Abarca, estudiante de tercer año de Publicidad y capitán de la Selección Masculina de Básquetbol de la Universidad Central de Chile (UCEN), lleva cuatro meses fuera de Chile. El centralino se encuentra desde enero en España cursando un semestre en la Universidad de Sevilla y, además de estar viviendo una experiencia académica de intercambio, sigue jugando básquetbol.
Quien fuera elegido «El mejor de los mejores» en la categoría de Deportes Colectivos en la pasada Ceremonia del Deportista Destacado/a, también disfruta encestando en la madre patria. Reconoce que la adaptación ha sido sencilla, pero que el nivel de las competencias es distinto al de Chile.
Matías no está solo en esta aventura. Otro estudiante, de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura lo recibió y forma parte de la «armada chilena» en España.
El equipo universitario
Al llegar, Matías tuvo la oportunidad de jugar y probarse en dos equipos: en el de la Selección de la Universidad y en el de las facultades. En el primero estuvo un mes y, pese a la buena evaluación del entrenador, no fue seleccionado. Pero sí se le abrió una oportunidad en el equipo de facultades, donde fue reconocido como uno de los mejores jugadores del torneo, con un total de 14 puntos encestados.
«Mayrena» se llama el equipo que lo recibió y en el que juega todos los fines de semana. El basquetbolista mencionó que dentro de las enseñanzas que ha incorporado a su vida están la disciplina y el controlar el ego. «Aquí todos somos una familia y no existen los puntos personales [...] todos somos un equipo» comentó.
El apoyo de los profesores y la vida tranquila de Sevilla
Otra de las cosas que ha impresionado a Matías es el apoyo del cuerpo académico y del entrenador del equipo en el que actualmente juega, lo que le ha permitido compatibilizar sus obligaciones académicas con su rol de deportista. «La vida aquí es tranquila» dijo el centralino.
Antes de finalizar la entrevista, Matías recordó a sus compañeros en el Centro Deportivo, a su equipo «Sello azul» y a su familia, a quienes extraña cada día.
Felicitamos a Matías por esta aventura que está viviendo en España y lo recibiremos de regreso a partir del segundo semestre.