La época universitaria es una etapa de cambios; se experimentan cosas nuevas, se conforman nuevos grupos y se va construyendo la identidad. Bajo ese contexto, también se está más expuesto a diferentes tipos de drogas, algunas incluso socialmente aceptadas, desconociendo sus implicancias.
Las drogas son sustancias químicas que al ser consumidas llegan al cerebro, el cual está en constante desarrollo y construcción, y alteran sus funciones habituales a nivel físico y mental. Algunas drogas son un factor de riesgo importante, ya que pueden desencadenar alteraciones del pensamiento, de los sentidos y también de las emociones. Aún cuando pensemos “eso no me va a pasar a mí”, debemos estar informados/as sobre los verdaderos riesgos de las drogas y evaluar si son la mejor solución.
Existen sustancias cuyo consumo está normalizado, pero tanto el tabaco, el alcohol y la cannabis, pueden provocar adicción y reacciones según el tiempo de consumo, dosis y características de la propia persona. El consumo de cannabis es especialmente peligroso, ya que afecta algunos de los circuitos cerebrales, y aumenta el riesgo de inicio de alteraciones del pensamiento o la percepción. Tanto el alcohol como la cannabis pueden entregar una reacción inicial de activación o relajación, pero también pueden provocar alucinaciones, sensaciones de terror, persecución o de que se está volviendo loco/a. Además, su uso puede facilitar el consumo o mezcla con otro tipo de drogas. Por ejemplo: si ya fumas, será más fácil que en alguna ocasión fumes marihuana en vez de un cigarro.
Revisa algunos de los síntomas inmediatos y efectos/daños a largo plazo de drogas normalizadas y otras menos comunes:
Alcohol:
- Síntomas inmediatos: Desinhibición, descoordinación, torpeza, enlentecimiento, disminución de la vigilancia, irritabilidad.
- Efectos tras consumo habitual: Alteración del sueño, deterioro intelectual, ideas extrañas, alteración de los sentidos, daño en el hígado, cefaleas.
Tabaco:
- Síntomas inmediatos: Relajación y Disminución del apetito
- Efectos tras consumo habitual: Bronquitis crónica, enfisema pulmonar, enfermedades del corazón, úlceras de estómago/duodeno, diferentes tipos de cáncer, alteraciones de visión periférica y visión nocturna.
Cannabis:
- Síntomas inmediatos: Excitación inicial, relajación y/o somnolencia, risa fácil, dificultades en la cognición (memoria, concentración, velocidad de procesamiento), alteraciones en la percepción y sentidos, dificulta la regulación de emociones, empeora síntomas del estado del ánimo, acelera recaídas psiquiátricas.
- Efectos tras consumo habitual: Alteración del pensamiento, sentidos y emociones, alteración del desarrollo intelectual, desmotivación, apatía, desinterés, aumento del apetito, reducción de defensas, apatía sexual, disfunción hormonal.
Cocaína:
- Síntomas inmediatos: Euforia, agitación, ansiedad, temor, insomnio, dificultades para la concentración, aumento de tensión arterial y pulso.
- Efectos tras consumo habitual: Potencia síntomas psicóticos, dificultad de la respiración, arritmias, dolores de cabeza, disminución del apetito, insomnio, reducción de defensas, riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual.
Opiáceos:
- Síntomas inmediatos: sensación de bienestar, relajo, alivio de preocupaciones, pérdida de apetito, deshidratación, dependencia grave con muy pocas dosis.
- Efectos tras consumo habitual: Deterioro intelectual, dificultad de la respiración, insomnio,reducción de defensas, riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual.
Anfetaminas y derivados:
- Síntomas inmediatos: sensación de bienestar, desinhibición, hipersensibilidad al tacto, deseo de contacto físico, sequedad de boca, náuseas, sudoración, reducción del dolor, contracción de mandíbulas, cansancio, depresión.
- Efectos tras consumo habitual: Deterioro intelectual, disminución del apetito, insomnio, depresión, ansiedad, crisis de pánico, apatía social e impotencia, potencia síntomas psicóticos.
Independientemente del efecto buscado, estas drogas provocan daños importantes a nivel físico, psicológico y psiquiátrico. Su consumo suele interferir en las actividades cotidianas, estudios, trabajo, en las relaciones sociales, familiares y/o de pareja. Es por ello que se vuelve relevante prevenir su consumo a tiempo.
Si bien no toda persona que consume drogas tiene una adicción, sí está más cerca de llegar a tenerla. Todas las drogas pueden crear dependencia, y el que la generen o no, está condicionado principalmente por la vulnerabilidad biológica y/o psicológica de cada persona.
Para reducir o evitar el consumo de drogas recomendamos:
- Informarte. Resolver dudas en un ambiente de confianza, hablando con alguien que conozca el tema, que se preocupe por ti y te pueda proporcionar información veraz.
- Realizar actividades que ayuden a despejarte; como algún deporte, actividad artística, recreativa y/o de ocio.
- Pasar tiempo de calidad con otras personas. Esto ayuda a mejorar la confianza y aumenta las posibilidades de que puedas recibir el apoyo que necesitas si te encuentras mal.
- Buscar ayuda. El Fono Drogas y Alcohol (1412) es gratuito, confidencial y puedes tener orientación profesional 24/7.
Finalmente, si alguna vez sientes presión porque tu entorno normalice el uso de drogas, es importante que tengas herramientas para tomar decisiones informadas, y hacer valer tu decisión si no quieres consumir o reducir tu consumo.