Ps. Daniela Leiva Solis
Son muchas y muchos estudiantes que se plantean el desafío de emprender rumbo a otras regiones para estudiar una carrera universitaria, por múltiples motivos. Sea cual sea la razón, dejar el hogar de origen no siempre es tan sencillo. Por un lado, la adaptación a una nueva ciudad, el vivir solo o sola, y el compartir con gente nueva, son desafíos que requieren de un tiempo de acomodación y apoyo de los más cercanos, ya que aunque traerá sin duda muchos aprendizajes, puede también repercutir a nivel emocional e interferir en el desempeño académico.
En ocasiones, la presión de no fallar y tener un desempeño adecuado, es un motivo por el que aumentan los niveles de estrés, ya que se posterga esta necesidad de adaptación por cumplir rápidamente las metas académicas propuestas. El no comentar las dificultades que se experimentan, también es un factor que puede interrumpir este proceso adaptativo, ya que la búsqueda de apoyo y consejo es fundamental para resolver las nuevas problemáticas que se presentan.
Por ello, te invito a revisar algunas recomendaciones con el fin de propiciar este proceso adaptativo y beneficiar la salud mental de los y las estudiantes que emprendieron rumbo a otra región:
Mantén contacto con tus seres queridos: A veces para no preocupar a quienes nos apoyan en este proceso evitamos comentar o conversar de lo que nos está ocurriendo, al igual que nuestras emociones e inquietudes. Sin embargo, buscar apoyo y consejo en quienes más nos conocen puede ser una forma de aprender a sobrellevar estos nuevos desafíos, aprovechando también los aprendizajes de sus experiencias.
Reconócete en esta nueva etapa: Aprovecha esta oportunidad como una instancia de autoconocimiento y preparación para una eventual independencia definitiva. Qué comer, cuándo dormir, el establecer rutinas de estudio, decidir a qué dedicar tu tiempo libre, son elementos de la rutina cotidiana que cambian por completo al vivir lejos de nuestras familias y reconocerte en este nuevo escenario sin duda dejará muchos aprendizajes personales.
Ábrete a conocer nuevas personas: Puede ser atemorizante el llegar a un lugar nuevo sin conocer a nadie, sin embargo, es una gran oportunidad para entablar lazos y amistades vinculadas a tu futura profesión. Con tus pares tendrán intereses comunes, al estar estudiando la misma carrera, por lo que es importante que no te aisles y te animes a socializar. Sin duda, conocerás grandes compañeros y compañeras que te darán una mano cuando más lo necesites.
No te enfoques sólo en lo académico: Si bien los desafíos académicos y las notas son importantes, es recomendable ir equilibrando tu rutina con actividades sociales y recreativas, que te permitan disfrutar de esta etapa universitaria, con el fin de no sobrecargarse y bajar los niveles de estrés que provoca la carga académica.
Aprovecha las instancias que brinda la universidad: La vida universitaria no sólo se compone de estudio y clases. Consulta las actividades disponibles para estudiantes; visita el Centro Deportivo donde puedes encontrar salas de máquinas, piscina, realizar deporte como futsal, basquetball, voleibol, y, así también, hay otros espacios en los que puedes realizar yoga, salsa y muchas actividades más, todas de manera gratuita.
Todo proceso adaptativo requiere de tiempo. La acomodación a un nuevo lugar, personas y rutinas no se logra de la noche a la mañana, así que no te desanimes si al inicio se hace algo difícil. Si sientes que tu proceso de adaptación se está haciendo complejo, no dudes en buscar apoyo en la DAVE, donde puedes pedir una cita para orientación psicológica o terapia con flores de Bach, cuando lo necesites.