Jueves 22 de Julio de 2021
La iniciativa se convirtió en un espacio de interacción y construcción conjunta para fortalecer las habilidades y estrategias que apuntan al cuidado de la salud mental y emocional de la comunidad estudiantil.
Más de 150 estudiantes participaron en el segundo ciclo de talleres de prevención en salud mental y emocional que realizó el área de Consejería y Salud de la Dirección de Apoyo y Vida Estudiantil (DAVE).
La iniciativa tuvo como objetivo desarrollar diferentes herramientas, quebrar mitos, promover espacios para resolver dudas y poder compartir estrategias para enfrentar diversas situaciones que conlleva la pandemia, el encierro, las clases remotas y el desafío de adaptación constante.
En el taller ‘Cómo lograr un buen dormir’ se revisaron los elementos que inciden en nuestro dormir como los factores externos: el contexto donde están, el ambiente, su círculo social, familia y académico; y los factores internos como el ritmo biológico, las emociones, pensamientos y conductas. Al respecto, surgieron dudas sobre el papel principal de nuestros hábitos en la regulación de ritmos biológicos y, a su vez, también respecto a conductas normalizadas y aspectos no visualizados que inciden en el dormir.
Los y las estudiantes participantes manifestaron la importancia del taller como una forma de tomar conciencia de hábitos que afectan de manera negativa a la hora de dormis, los cuales son modificables y la posibilidad de adquirir otros hábitos que si propicien un buen dormir.
En tanto, en el taller ‘Desafíos de un desempeño profesional responsable’ se relevó la importancia de evitar acumular la sensación de frustración que puede surgir al no lograr lo propuestco como metas diarias, siendo importante darse el espacio de reconocer las emociones y/o hablar de ellas con personas cercanas para detectar así lo que uno necesita para enfrentar la situación con menos agobio.
Durante la actividad se revisaron técnicas para planificar actividades diarias, manejar los tiempos invertidos y poner especial atención en darse momentos de autocuidado y despeje. Asimismo, se planteó que hay que recordar lo que se hizo bien, felicitarse por los propios logros y cualidades que lo permitieron para, a partir de ello, seguir trabajando en mejorar los aspectos deficitarios del trabajo realizado.
Por su parte, en el taller ‘Organización del tiempo y manejo del estrés’ se abordaron las distintas fases del estrés y los indicadores físicos y emocionales con los cuales reconocerlas, junto con la relevancia de aprender a escuchar al propio cuerpo y parar a tiempo para evitar que ello repercuta en la propia salud mental. Asimismo, se enfatizó en la relevancia de aprender cuándo trabajar y cuándo estudiar, dándose tiempos de pausa y/o descanso que permitan enfrentar el día a día de mejor manera.
En taller ‘Cómo relacionarme conmigo y los demás: autoestima y comunicación asertiva’, se explico el autoestima como un proceso que no es lineal y que no tiene una temporalidad, sino que se va forjando a lo largo de la vida; en un inicio, forjado por otros donde luego la propia subjetividad va tomando posición con los propios pensamientos, emociones y conductas que tenemos hacia nosotros mismos. Es así, que algunos eventos y circusntancias van permeando en la forma de concebirnos, sobre todo vivencias de frustración.
Además, se revisaron actividades para mejorar el autoestima y las distintas herramientas para mejorar la expresión de las emociones y la relación con el otro; vinculando el autoestima y la comunicación asertiva como elementos que están influidos por la forma de relacionarnos con nosotros mismos y desde ahí tendemos a relacionarnos con los demás.
Finalmente, en el taller ‘Manejo de la ansiedad frente a las evaluaciones’ se desarrolló el concepto de ansiedad ante una situación de evaluación, tanto escrita como oral. Además, se revisó la sintomatología física, emocional y psicológica asociada a un estímulo ensiógeno y cómo esta respuesta se ve reflejada en un círculo negativo que se perpetúa en el tiempo y mantiene el estímulo asociado en una experiencia negativa.
Asimismo, se revisaron los principales temores asociados a la experiencia de evaluación y a cómo poder abordarlos, planteando la importancia de reconocer los recursos personales como herramientas de afrontamiento para el manejo de la ansiedad y el desarrollo de nuevas estrategias.
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