Jueves 5 de Agosto de 2021
Ps. Constanze Ihl Herbach
Durante la pandemia nos hemos visto en la obligación de pasar más tiempo en casa, conviviendo y en relación constante con otras personas, lo cual en algunos casos ha llevado a más roces y conflictos, aumentando el riesgo de vivir violencia intrafamiliar.
¿Qué es la violencia intrafamiliar?
La violencia intrafamiliar (VIF) es toda forma de maltrato, ya sea psicológico, físico, sexual o económico (que manipula a la persona por una dependencia monetaria), entre otras formas, que afecta la vida o la integridad de quien es agredido(a). Ocurre al interior de la familia de origen (familiares más cercanos, padres, hermanos o con quienes convivimos a diario) o en la familia extensa (primos, tías, tíos, abuelos). Además, puede producirse en una relación de convivencia, con hijos(as) en común o de matrimonio, o bien, hacia un adulto mayor o personas con discapacidad que se encuentren bajo el cuidado de cualquiera de los integrantes de la familia.
Consecuencias de la violencia intrafamiliar
Las víctimas pueden llegar a sufrir daños significativos ya sea físicos, emocionales o psíquicos. Puede generar, además, la sensación de tenerle miedo a quien agrede, al sentirse bajo su control y surgir problemas de autoestima, ya que la persona que debía quererme y respetarme no lo hizo. Es usual que surja la sensación de desconfianza o dificultad para mantener relaciones afectivas, al no saber en quién se puede confiar, pudiendo gatillar el aislamiento parcial o total, el desarrollo de trastornos del ánimo o incluso riesgo suicida.
Específicamente en cuanto a la violencia psicológica, ésta se presenta mucho más frecuentemente de lo que pensamos, por ser más difícil de detectar que la violencia física, al no quedar marcas visibles en el cuerpo y avanzar de forma muy silenciosa, pudiendo pasar desapercibida, ya que puede confundirse con muestras de cariño, afecto o preocupación. Entonces, fácilmente puede llegar a tener un impacto importante sobre la salud mental y emocional de la persona que es víctima.
¿Qué es la violencia psicológica?
Se define por cualquier acto u omisión que daña la estabilidad psíquica y emocional de la persona que es víctima. Suele ser ejercida por una persona a la cual se le tiene afecto, tendiendo a normalizar o justificar por este motivo, sus actitudes, llegando a pensar que ‘actúa así conmigo, por mi propio bien’. Se manifiesta como un proceso largo y de escalada progresiva, ya que la víctima no se da cuenta de que el agresor vulnera sus derechos, hasta que ya está inmersa en esta dinámica.
Una de las expresiones más habituales de esta forma de violencia son las de tipo verbal, que buscan generar la sensación de dependencia en la otra persona. Además, se reconoce en un conjunto de conductas como la humillación, descalificación y menosprecio.
Otras formas usuales de este tipo de violencia, son las comparaciones descalificadoras, ignorar o mostrar indiferencia hacia la otra persona, manipulaciones y actitudes negligentes o de descuido reiterado con las personas que se debían cuidar, por ejemplo, niños(as) y/o adultos mayores.
Por otro lado, en el contexto actual de pandemia que ha limitado las posibilidades de desplazamiento, muchas parejas han comenzado a convivir juntas, aplicándose el concepto de familia y existiendo el riesgo de que surjan formas de violencia específicas como son los celos desmedidos, que se pueden expresar a través del control de todo tipo de actividad social que la persona tenga. Con estas acciones se pretende que la pareja renuncie a toda actividad de disfrute que pueda tener de manera autónoma y aislarla de su red de apoyo, de modo que termine sintiendo que la única persona con la que puede contar, es con su agresor(a). Esto invade su privacidad y capacidad de decidir o actuar con libertad.
Es relevante entonces tener presente que todas las manifestaciones de violencia psicológica tienen repercusiones en la salud física de quien la sufre, al generar temor y sensación de vulnerabilidad constante que afecta al sistema inmune.
Junto a ello, recordar que la violencia es toda acción que implica una transgresión a la integridad de la persona, independiente que la persona que la ejerza sea un familiar, no debiendo ser justificada o normalizada.
Si vives una situación de este tipo y requieres apoyo u orientación, contarte que no estás solo o sola. Hay múltiples opciones de líneas gratuitas online y telefónicas que te pueden orientar de manera segura, tales como el Fono Orientación de Violencia contra las Mujeres 1455, el WhatsApp Mujer +56997007000 y el Fono Salud Responde 600 360 7777.
Recuerda además que en la UCEN cuentas con el programa de orientación psicológica de la DAVE, pudiendo apoyarte y orientarte ya sea con esta u otras dificultades que puedan estar afectándote.