Los conflictos con personas cercanas como familiares, amistades o compañeros(as) son parte de la vida y no siempre son fáciles de manejar. La resolución efectiva de conflictos requiere habilidades que se pueden aprender y perfeccionar con la práctica.
Razones comunes de fracaso en la resolución de conflictos:
- Momento inapropiado: Intentar resolver un conflicto cuando una de las partes está enojada o esperar demasiado tiempo para hablar.
- Habilidades de comunicación deficientes: Uso de agresividad o pasividad en lugar de comunicación asertiva.
- Tercerización del problema: Hablar con terceros en lugar de tratar el problema directamente con la persona involucrada.
- Críticas inadecuadas: Adoptar una actitud defensiva u hostil.
- Discusiones sobre el pasado: Introducir problemas pasados en lugar de centrarse en el problema actual.
- Estrategias de “yo gano-tú pierdes”: Enfoque en ganar en lugar de llegar a un consenso.
- Uso de absolutos y culpabilización: Decir cosas como “siempre” o “nunca” que generan defensividad.
¿Reconoces alguna de esas situaciones? No es fácil darnos cuenta mientras sucede, pero al revisar en retrospectiva un conflicto, podemos ver desde otro ángulo aquello que resultó y lo que falló.
Cómo resolver conflictos de manera efectiva:
- Comunicación asertiva: Expresar tus pensamientos sin herir a los demás.
- Reconocimiento del problema: Identificar y abordar el conflicto sin ignorarlo.
- Escucha activa: Escuchar sin interrumpir y cuidar la comunicación no verbal.
- Explicitación del conflicto: Aclarar cuál es el problema desde tu perspectiva y escuchar la del otro.
- Identificación de causas: Buscar en conjunto las causas del problema para encontrar soluciones.
- Acuerdo mutuo: Respetar opiniones diferentes y buscar soluciones en conjunto.
- Elección y ejecución de soluciones: Seleccionar alternativas concretas y aplicarlas.
- Tolerancia y agradecimiento: Regular expectativas y agradecer el tiempo y esfuerzo de la otra persona.
Estas son sólo algunas recomendaciones que esperamos te ayuden a enfrentar y resolver los posibles problemas y conflictos que puedas tener con otras personas.
Recuerda que lo importante es lograr escucharse, compartir pensamientos y emociones, estar ambas partes dispuestas a comunicarse en torno a lo que les sucedió y a lo que se puso en juego en la relación. No te frustres si no puedes comunicarte de esta manera, requiere práctica. Cada intento que des, es un avance para tener una mejor relación con uno mismo y otras personas.